La estrategia de lo complicado

El futuro está en los pueblos olvidados

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complicado Diario de Alicante
Josep Manel Sánchez

Las gentes paseamos por las calles y nos sentimos seres únicos, individuales y extraordinarios. Un ser de instante eterno, donde los demás son extras que giran alrededor, decorando el paisaje humano. Pero cada uno de nosotros/as, no hacemos nada más que alimentar a la bestia de la pantalla, que nos engulle colectivamente y convierte nuestros espacios en SOLEDAD.

Si nos preguntaran a los cerca de ocho mil millones de seres humanos que pueblan este planeta, si estamos contentos/as, satisfechos/as y orgullosos/as de nuestras vidas, y de cómo funciona el mundo en general, diríamos que muy mal, cerca del 80%. Seguramente –si también nos lo preguntaran-, tendríamos buenas ideas para mejorar ese mundo y convivir con más armonía que hoy, y en estrecho contacto con la  naturaleza.

¿Entonces, por qué no elegimos el camino más fácil, que es aquél que se construye escuchando a los ciudadanos y a las ciudadanas? ¿Por qué se elige entonces el más complicado en todos los órdenes de la vida: social, económico, laboral, filosófico, científico, educativo, cultural, arquitectónico, legislativo y político…? Todos los que nos sentimos desdichados y oprimidos tenemos un sueño, pero son muy pocos aquellos que tratamos de extraerlos de la “pantalla” para materializarlos.

La civilización que, mal sostiene, el actual sistema financiero mundial, está resquebrajándose lentamente, por la cantidad de problemas que ha creado y que se le va acumulando en su chepa dorada, por seguir la senda de la complicación, que solo responde al concepto: ¡DINERO! O sea, llegar a los fines sin que importen los ¡MUERTOS!

¿Recuerdan el refrán ese de “a río revuelto…”? Esto se podría aplicar a las multinacionales “benditas” que nos colman de trabajos _________________ (escríbanlo ustedes): “a paro revuelto, más ganancia en la plusvalía”. “A guerra revuelta, más extracción de sus riquezas minerales”. “A las hipotecas revueltas, ganancia de los banqueros”. ”A dinero público revuelto, ganancia dolosa, en los bolsillos de los políticos y empresarios golfos, etc.

El camino fácil tiene un problema, tanto para los países capitalistas, como para los países en los que imperan las dictaduras de estado, en forma de partido único y totalitario. Porque la solución al problema es el reparto equitativo del trabajo y de los medios de producción, entre los que PRODUCEN esas relaciones y eligen directamente a sus representantes, revocables en todo momento desde la base de la pirámide invertida. Se trataría de “descomplicar” el proceso…, o seguir soñando.

Dejad a las/os  jóvenes, que se monten su propio futuro, su propio hogar descontaminado de “civilización”. Que desarrollen su energía limpia, sus ordenadores cuánticos (la energía de los átomos “sueltos” es inagotable) y lo compartan disfrutando del ocio, frente al mar, la montaña, los campos verdes: “qué iluso soy, si ya no queda nada lírico…”.