Las fiestas de Moros y Cristianos son las más representativas de la provincia, puesto que son las que se dan en un mayor número de municipios, y las que cuentan a nivel general con un mayor arraigo y participación popular. Estas fiestas, en muchas localidades declaradas de interés turístico nacional e internacional, conmemoran la época de la Reconquista, cuando los cristianos recuperaron estas tierras de su dominación mahometana.
Tanto las Hogueras de San Juan como las Fallas, son unas celebraciones de origen pagano y prehistórico, que consisten en una celebración nocturna en la que se queman piras de fuego, con maderas u objetos viejos. Estos fuegos se hacían tradicionalmente para conmemorar los distintos ciclos estacionales del calendario solar. De este modo, generalmente las fallas conmemoran el equinoccio de primavera, y las hogueras el solsticio de verano. La fiesta se cristianizó, adaptando las fechas a patronos importantes próximos a esas fechas, tales como San José (19 de marzo) y San Juan (24 de junio). Hay casos que difieren, como Elda, que se celebran como despedida del verano.