Torrevieja se despertó temprano esta mañana para presenciar un evento único en la Semana Santa: la salida desde el Templo de la Inmaculada de la Cofradía de San Juan Evangelista, seguida por la imagen de la Purísima Concepción y el Santísimo Sacramento bajo palio, todos dirigidos hacia la cita más importante de la cristiandad: la Resurrección.
En Torrevieja, la llegada a la Resurrección está marcada por la presencia especial de la Inmaculada Concepción, dando fin a la Semana de Pasión de una manera única. Este año, por decisión de la Asociación de los Hijos de la Inmaculada, se ha retirado en el “Encuentro Glorioso” la mantilla de luto que la Purísima Concepción porta durante la primera parte de la procesión, en honor a Manuel Pizana Sala.
La celebración se convirtió en una fiesta de color con la lluvia de pétalos y más de 45.000 aleluyas, acompañadas de pólvora, aplausos y lágrimas de alegría. Mientras sonaba la Marcha Real, resonaba un mensaje central de vida en lugar de lágrimas, dolor o muerte.
El párroco de la Inmaculada, José Antonio Gea, portando la Custodia con Jesús Resucitado, lideró la procesión, acompañado por el alcalde Eduardo Dolón, la Reina de la Sal, Mireya Hernández Gómez, y sus damas. La presencia de importantes figuras políticas y líderes religiosos resaltó la importancia y el impacto de este evento para la ciudad.
