Los detenidos utilizaron una pistola falsa para intimidar a la cajera del supermercado.
La rápida coordinación entre las patrullas permitió localizar a los sospechosos en minutos.
El “hurto cariñoso” se realizó con engaño y astucia, aprovechando la confianza de las víctimas.
Los delincuentes operaban en coordinación: la mujer captaba víctimas y el varón facilitaba la huida.
Cobraba cientos de euros por empadronar a extranjeros en situación irregular.
Aprovechó el desconocimiento del idioma para lucrarse con trámites gratuitos.
Los arrestados amenazaron a la víctima con divulgar sus datos a familiares o darle una paliza si no pagaba lo acordado, ya que los presuntos representantes de casas de citas reclamaban que habían hecho perder tiempo a una de las mujeres por lo que debía pagar 1500 euros para indemnizarla
Sus objetivos eran las cajas fuertes tanto de entidades bancarias, estaciones de servicio o salones de juego, como de conocidas franquicias de vehículos o de comida rápida. Estaban altamente especializados y contaban con una pinza hidráulica con la que podían arrancar las cajas fuertes ancladas en el hormigón, en cuestión de segundos
El fugitivo está acusado del asesinato de un hombre en Lorient, Francia, en septiembre pasado.
La detención se produjo al no portar documentación y ser identificado en dependencias policiales.