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viernes, 19 abril 2024

El escaño que el PP le arrebata al PNV hace “imprescindible” la abstención de Bildu y ERC para investir a Sánchez

El partido del proetarra Otegui y la formación de Oriol Junqueras, condenado por sedición y malversación en el golpe del 1-O, ponen sus exigencias para apoyar al líder socialista: "amnistía y autodeterminación".

El preacuerdo de Gobierno “express” entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias ha hecho que muchos analistas recurran a la calculadora para hacer cuentas de una posible investidura del líder socialista. Sin embargo, si articular una mayoría entre varios partidos ya era bastante costosa, el escaño que ha arrebatado el PP al PNV en la provincia de Vizcaya altera aún más el tablero político. El escaño que ha conseguido la joven popular Beatriz Fanjul (28 años) por medio del voto extranjero hace que el PP sume un total de 89 diputados y provoca que si Pedro Sánchez quiere ser investido presidente por “la vía Frankenstein” necesite el apoyo “imprescindible” tanto de ERC como de Bildu.

Beatriz Fanjul, diputada electa del PP Vasco.
Beatriz Fanjul, diputada electa del PP Vasco.

Recordamos que con el acuerdo entre el PSOE y Unidas Podemos para lograr un Gobierno de coalición izquierdista, Sánchez ya tiene 155 apoyos garantizados para una posible investidura. En ese sentido, parece que a día de hoy es bastante probable conseguir los respaldos de “Más País-Compromís (3 diputados y Adriana Lasta se reunió ayer con Errejón y Baldoví), PNV (6), Bloque Nacionalista Galego (BNG, 1), Partido Regionalista de Cantabria (PRC, 1) y Teruel Existe (1). A la espera  de que se pueda unir, Nueva Canaria (1), este bloque sumaría 167 escaños, aún insuficiente para articular una mayoría absoluta de 176 escaños en primera votación.

En el bloque contrario a investir, a día de hoy, a Pedro Sánchez estaría el PP (89), VOX (52), Cs (10), Navarra Suma (2), Junts per Catalunya (JxCAT-Junts, 8), CUP (2) y Coaliciación Canaria (1). En total suman 164 votos y lo que quiere Pedro Sánchez es que este bloque no crezca más y le imposibilite una mayoría simple en segunda votación.

Por esta razón se considera fundamental los 13 diputados de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y los 5 de Eh Bildu. Si tanto los separatistas catalanes como los proetarras no se abstienen y apuestan por el “no”, Pedro Sánchez no será investido.

Otegui y Rufián en un acto conjunto de sus formaciones /EFE
Otegui y Rufián en un acto conjunto de sus formaciones /EFE

En ese sentido tanto ERC y Bildu, conscientes de la frágil mayoría que quiere articular Pedro Sánchez, han hecho valer su posición de fuerza para anunciar varias “exigencias” con las que harían presidente al líder socialista. El partido liderado por Oriol Junqueras, condenado por sedición y malversación en el golpe del 1-O, ha demando, a través de Pere Aragonès, un “Pedralbes 2.0”, es decir una “reunión bilateral” entre el Gobierno de España y la Generalitat de Cataluña, “un trato por igual” en una mesa en la que se hable de “un referéndum de autodeterminación de Cataluña”. El propio Aragonès ha confirmado esta mañana que “no va a renunciar a la independencia de Cataluña”.

En la misma línea se mostró el propio el presidente de la Generalitat, Quim Torra, en la sesión de control a su gobierno celebrada en el Parlament. Allí, animó a los diputados de “En Comú Podem” que una vez dentro del Consejo de Ministros aborden “la libertad de los presos políticos», que “Cataluña es una nación y que tiene el derecho a decidir” y que “la Monarquía ya no es una institución propia (de Cataluña)”.

Torra y Otegui estrechándose la mano cariñosamente / ABC
Torra y Otegui estrechándose la mano cariñosamente / ABC

Por su parte, el proetarra Arnando Otegui y su formación, EH Bildu, salieron a la palestra para poner encima de la mesa sus principales exigencias a Pedro Sánchez: “Derecho a la autodeterminación, libertad para los presos y políticas sociales que pongan a la gente en el centro y no a las élites económicas”. En el mismo sentido, Otegui confirmó que si el líder socialista no las acepta, que se “ahorre” cualquier tipo de negociación.

Desde el PSOE están acelerando las negociaciones porque saben que el calendario electoral que se avecina en el País Vasco, Galicia y, previsiblemente en Cataluña, para el 2020 dificultaría aún más la investidura. Finalmente, veremos en próximas fechas si “la vía Frankenstein” sigue adelante, si emerge “una vía constitucionalista” a través de una abstención o la entrada al Gobierno del PP y/o Cs, o si nos vamos a unas nuevas elecciones.