El presidente de la Generalitat ha recalcado que “por supuesto” que se cerrará la Comunidad Valenciana antes de la festividad de Todos los Santos “si fuera necesario”, pero en estos momentos todavía no se plantea esta medida.
En una entrevista en el programa ‘Espejo Público’, recogida por agencias, Puig considera que “las medidas tienen que tomarse en el momento en el cual sean más eficaces” y hoy por hoy, ha añadido que están viendo como evoluciona el seguimiento de las medidas restrictivas. Con todo, ha explicado que se tiene que tener en cuenta que la población valenciana ha seguido “rigurosamente” el primer confinamiento, que se cumplió al 92% y en la primera noche del toque de queda se observó “una voluntad manifiesta de cumplimiento”. Por eso, ha confiado “plenamente” en el desarrollo de estas medidas con “la corresponsabilidad”.
El presidente ha justificado el hecho que la Comunidad Valenciana se avanzara a aplicar las medidas restrictivas de la movilidad entre las 0:00 y las 6:00 horas, porque aunque los datos epidemiológicos son “buenas” respecto a otras regiones, “son muy malas” porque hay un índice de 171 casos por cada 100.000 habitantes de incidencia acumulada en los últimos 14 días. “Es evidente que estos datos están fuera del objetivo deseable de llegar a menos de 50”, ha confirmado. Además, ha advertido que los datos de la presión hospitalaria son “muy preocupantes” porque han crecido un 50% en una semana.
A pesar de que para la contención básica se contrató a más de mil rastreadores a principios de verano y ahora se dispone de 1.500, Puig ha reconocido que “la propagación tan masiva hace que la trazabilidad se pierda en muchos ámbitos”. Por lo tanto, ha avanzado que habrá que adoptar “nuevas decisiones restrictivas si no somos capaces de controlar la situación”.
