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sábado, 20 abril 2024

Más de 7.000 personas están diagnosticadas de Párkinson en Alicante

Por provincias, 2.156 son de la provincia de Castellón, 7.523 de la de Alicante y 10.780 de la de Valencia

En la Comunitat Valenciana, actualmente, hay un total de 20.459 personas con diagnóstico activo (prevalencia) de enfermedad de Párkinson: 2.156 son de la provincia de Castellón, 7.523 de la de Alicante y 10.780 de la de Valencia.

Por sexos, el 52,61 % (10.763) de pacientes son mujeres y el 47,39 % (9.696) hombres. Por grupos de edad, los casos más frecuentes son de personas con edades comprendidas entre 75 y 79 años (4.397 pacientes), seguidas del grupo de entre 80 y 84 años (4.248 pacientes), 85 y 89 años (3.316 pacientes) y 70 y 74 años (2.969 pacientes).

Del total de pacientes con diagnóstico activo de enfermedad de Parkinson, 3.408 fueron diagnósticos nuevos (incidencia) en 2022. Por provincias, 318 son de Castellón, 1.338 de Alicante y 1.752 de Valencia.

El Día Mundial del Párkinson se celebra el 11 de abril para sensibilizar y concienciar a la población acerca de esta enfermedad neurodegenerativa.

El Párkinson es una enfermedad crónica del sistema nervioso central, degenerativa y lentamente progresiva que afecta a las células nerviosas, o neuronas, en una parte del cerebro que controla el tono muscular y los movimientos (sistema extrapiramidal).

Se trata de una patología compleja que cursa con una serie de síntomas motores (lentitud de movimientos, temblor, rigidez, inestabilidad postural) y no motores (trastornos del sueño, estreñimiento, problemas visuales, respiratorios, urinarios, cognitivos o problemas psicológicos). Esta enfermedad suele comenzar alrededor de los 60 años, pero puede aparecer antes.

Segunda patología neurodegenerativa

Según los especialistas, aunque el Párkinson es la segunda patología neurodegenerativa más común tras el Alzhéimer, en algunos casos, y debido a las alteraciones de movilidad que conlleva, puede llegar a ser más incapacitante que aquella.

“Su diagnóstico es clínico y, por lo tanto, es fundamental tener el ‘ojo entrenado’ para identificar los signos de la enfermedad, y en especial, la bradicinesia, un desorden neurológico que dificulta y ralentiza los movimientos corporales de las personas que poseen la enfermedad de Párkinson, asegura Pilar Solís, neuróloga del Hospital Arnau de Vilanova-Llíria.

Seguimiento continuado

Las personas que padecen Parkinson requieren de un seguimiento continuado a lo largo del proceso, garantizado por los equipos de Atención Primaria (personal facultativo, de enfermería, área de trabajado social…), en coordinación con los equipos de especialistas que intervienen en los aspectos tanto físicos, psíquicos y sociales de la enfermedad.

Según la doctora Solís, “es importante que los equipos de Atención Primaria conozcan los problemas que cada paciente pueda presentar en su día a día, para evitar una de las complicaciones más frecuentes: las caídas. Debe fomentarse el ejercicio físico adaptado en todas las personas mayores y en especial en aquellas diagnosticadas de párkinson, pues se ha demostrado que mejora muchos de los síntomas motores de la enfermedad y previene las caídas.

“En las fases avanzadas se deben realizar revisiones frecuentes para identificar las diferentes necesidades de los pacientes en su vida cotidiana, por ejemplo: adaptar el domicilio, aportar material de apoyo, controlar la adherencia al tratamiento pautado”, explica la doctora Solís.

Aunque no existe una cura para la enfermedad de Parkinson, sí que se puede tratar y existen diversos fármacos que ayudan a mejorar notablemente los síntomas y la calidad de vida de cada paciente.