Apenas ocho días después de que un funcionario resultara herido al intentar separar a dos internos en el departamento de Ingresos, el Centro Penitenciario Alicante Cumplimiento ha vuelto a registrar un episodio de violencia. En esta ocasión, dos trabajadores fueron agredidos durante el turno de tarde del viernes 22 de agosto, cuando intervinieron en una pelea en el módulo que concentra a los reclusos más conflictivos.
Según el relato de lo sucedido, uno de los internos atacó a los funcionarios con gran violencia, lanzando «puñetazos, patadas y cabezazos». Tras conseguir reducir al agresor y restablecer el orden, ambos empleados tuvieron que ser atendidos en urgencias hospitalarias debido a las lesiones sufridas.
Desde ACAIP-UGT han advertido de que “la situación en las cárceles españolas es insostenible, cada dieciséis horas un trabajador penitenciario es agredido por un interno”. En el caso concreto de Alicante Cumplimiento, remarcan que el problema se agrava por las deficiencias arquitectónicas del centro, la falta de personal y el elevado número de internos. “Nos negamos a asumir como normal, como algo que entra en nuestro sueldo, las constantes agresiones, amenazas y vejaciones”, recalcan.
El sindicato denuncia además que la laxitud del sistema penitenciario genera un clima de impunidad entre los reclusos y critica que el Procedimiento Específico de Actuación Frente a las Agresiones (PEAFA), concebido para proteger a los funcionarios, se convierte en la práctica en “un medio de coacción y persecución a los trabajadores a los que la administración señala como culpables”. A esto suman la falta de formación en defensa personal, el escaso reconocimiento como agentes de autoridad, la ausencia de asistencia jurídica y psicológica y la carencia de recursos materiales y humanos, argumentan.
“Ser funcionario de prisiones es, cada día más, una profesión de riesgo sumida en un olvido social e institucional”, señalan desde ACAIP-UGT, que acusan a la administración de “dejación de funciones manifiesta” y de haber convertido la institución “en su pesebre particular”.
Ante esta situación, el sindicato reclama “contundencia y reconocimiento” y ha trasladado “todo nuestro apoyo, solidaridad y reconocimiento” a los dos trabajadores heridos, subrayando que agresiones como esta dañan tanto física como moralmente a los empleados penitenciarios.


