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martes, 23 abril 2024

La OCDE empeora todas sus previsiones para España y apunta a la incertidumbre política

España será en 2020 el país que más frenará su crecimiento entre las principales economías avanzadas.

La economía española crecerá este año a un ritmo del 2%, cuatro décimas menos que en 2018, y se frenará el 1,6% en 2020 y 2021, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que ha empeorado sus perspectivas de crecimiento, paro, deuda y déficit para España, donde advierte que la incertidumbre política genera “ambigüedad” en el ámbito fiscal, según la última edición de la informe ‘Perspectivas Económicas de la OCDE’.

De esta manera, los nuevos pronósticos del llamado ‘Club de los países desarrollados’ resultan ligeramente menos optimistas que los del Ejecutivo español, que espera un crecimiento del 2,1% este año y del 1,8% en 2020.

A pesar de que España sigue creciendo sustancialmente por encima de la mayoría de economías desarrolladas y de la media de la zona euro (1,2% en 2019, 1,1% en 2020 y 1,2% en 2021) la intensidad de la ralentización de la economía española continuará en 2020, cuando la OCDE confía que se modere e incluso se revierta en la mayoría del resto de economías.

Así, la pérdida de cuatro décimas en la expansión del PIB prevista para 2020 respecto a la de 2019 supone la mayor desaceleración estimada por la institución entre los grandes países avanzados junto al Japón, que frenará su crecimiento del 1% en 2019 al 0,6% en 2020.

La moderación del crecimiento económico en un contexto de elevada incertidumbre y debilidad de la demanda exterior se refleja también en una evolución menos optimista del mercado laboral, por lo cual la OCDE ha empeorado sus previsiones de paro para España hasta el 14,2% este año, cuando en mayo confiaba que caería al 13,8%, mientras que para 2020 y 2021 anticipa una tasa de paro del 14,1% y 13,6% respectivamente.

“Se prevé que la moderación del crecimiento económico en 2019 continúo en 2020 y 2021”, señala la OCDE, apuntando que la demanda interna seguirá siendo lo principal impulsor de esta expansión, “aunque a un ritmo más lento que en los últimos años”, puesto que la moderación del crecimiento de la ocupación pesa sobre el consumo y la mayor incertidumbre obstaculiza la inversión, mientras que el menor aumento del mercado de exportación será un lastre para las exportaciones.

La OCDE advierte del riesgo a la baja para las perspectivas de España que representaría un crecimiento de Europa inferior al esperado, puesto que se trata del principal mercado de las exportaciones españolas.

Así mismo, la organización dirigida por Ángel Gurría apunta entre otros riesgos potenciales a la baja para el crecimiento de la economía española al impacto del ‘Brexit’ sobre el sector turístico o un debilitamiento del consumo más intenso del esperado si el debilitamiento de la ocupación en mayor del previsto o si continúa la incertidumbre.

Por el contrario, la OCDE apunta que, dada la solidez de los cimientos de la economía española, una reducción de la incertidumbre permitiría aumentar la inversión e impulsar la confianza empresarial.