El Hospital General Universitario de Elche junto a la Fundación Salud Infantil participan en una investigación que pretende detectar la relación entre el tipo de llanto de los bebés ingresados en neonatología y posibles afectaciones. El objetivo es determinar si es un marcador biológico para el diagnóstico de patologías en recién nacidos.
Un equipo de investigadores trabajan para tratar de relacionar los diferentes tipos de llanto con el desarrollo en los niños que necesitan ser ingresados tras su nacimiento en Neonatología.
Este martes, en el marco de las primeras jornadas científicas organizadas por el Centro de Investigación en Neurodesarrollo de la Fundación Salud Infantil se ha presentado este estudio así como una segunda investigación en el mismo centro hospitalario y en Vinalopó Salud, que analiza el estrés que padecen las madres con hijos/as prematuros/as ingresados en la Unidad de Neonatología y sus consecuencias en estos recién nacidos.
Fuentes de la investigación indican que “el ingreso de un niño lleva consigo el ingreso de la familia y está de más decir la dificultad que tiene la adaptación a la maternidad en un entorno como es la unidad hospitalaria que suele ser un entorno muy desconocido para la familia”. Así, pretende ver si esta situación de estrés que puede generar el ingreso de un niño prematuro en una unidad neonatal pudiese constituir un factor de riesgo para esas interacciones tempranas entre el niño y su madre, y tener alguna explicación en el tipo de apego que se va a desarrollar a los 12 meses.
En el encuentro se ha abordado también la salud mental de las familias con niño o niñas en tratamiento de Atención Temprana, la influencia en la evolución de los niños prematuros antes y después de la pandemia del Covid 19, la relación existente entre el estrés en los bebés y la respiración, ya los beneficios de la fisioterapia respiratoria.
