El Grupo Municipal Socialista de Alicante se ha lanzado a la calle para pulsar a vecindario y comerciantes sobre la inclusión del carril bus en la avenida de Aguilera y la reordenación de tráfico prevista. La propuesta, según han explicado desde el PSOE, incluye “reducción de aceras, sin sombras, 7 carriles de circulación, más ruido y contaminación”. El portavoz municipal Miguel Millana, arropado por los presidentes vecinales de la zona, ha señalado que, a través de una encuesta demoscópica efectuada a 402 personas, el 85% de estos han mostrado su disconformidad con la propuesta, especialmente los comercios. La formación exige al Ayuntamiento que parta de cero con la reordenación y considera que modificar el proyecto es tibio.
Esta misma mañana, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, ha ratificado las declaraciones recientes del concejal de Transportes, Manuel Villar, aseverando que la reforma del proyecto para implantar el carril bus se está ultimando, y que contempla la ampliación de aceras y la reducción de carriles de tráfico conforme a la normativa de zona de bajas emisiones. Estos serán uno de sálida de la ciudad y dos de entrada. “La remodelación sobre todo las aceras junto con la remodelación del mercado de benalúa va a reactivar” la zona ha señalado el alcalde.
La reordenación se hará en dos fases, porque requiere sincronizar con la avenida Alcalde Lorenzo Carbonell, ya que la idea final es dejar un sentido de circulación. La segunda fase del calmado del tráfico, dentro del Plan de Movilidad Urbana Sostenible, se está redactando en estos momentos ha explicado Barcala. “Estamos hablando de una inversión que es de varios millones, que está prevista que se está redactando también el proyecto y que tendrán una ejecución posterior que la actuación se va a hacer ahora”.
Una idea en línea con la postulada por el PSOE que requere la entrada a la ciudad por avenida de Aguilera y la salida por avenida Alcalde Lorenzo Carbonell pero exige también la implantación de carriles bici. Una propuesta que señala que se acordó de manera unánime por la corporación.
Las encuestas realizadas arrojan en comerciantes casi el 90% de rechazo y en vecinos el 85%. “Se ha hecho un muestreo aleatorio con entrevistas personales, un coeficiente de error del 4,9% y un nivel de confianza del 95%”. Según Millana estos solicitan un “entorno verde” y de “ambiente limpio” y “sin contaminación acústica ni de vehículos” y ha añadido que si al final convendrían en una reforma esta tendría que ser profunda del proyecto inicial. “No es viable pensar en una modificación del proyecto porque es muy parcial y no va a dar el resultado que los vecinos esperan”. “Si se modifica el proyecto atendiendo a la voluntad de los vecinos que hemos recogido a nosotros en la encuesta estaríamos dispuestos a verlo, pero en principio debe de partir de un sentimiento de rectificación profundo del proyecto por parte del ayuntamiento”.
