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jueves, 28 marzo 2024

Calpech prevé iniciar este otoño la producción de sus nanopartículas para biogás

La spin-off de la Universidad de Alicante construye una planta en Extremadura donde producirá y probará sus nanopartículas de hierro encapsuladas que mejoran la producción de biogás.

El objetivo de Calpech, spin-off de la UA fundada en febrero de 2021, es producir y comercializar nanopartículas de hierro encapsuladas que se pueden aplicar en la limpieza de metales pesados en agua y suelo, fertilizantes, eliminación de olores, eliminación de fármacos y pesticidas, o mejora de la producción de biogás, entre otras.

Ha sido precisamente en esta última aplicación donde han puesto el foco “para no dispersar” desarrollando “un producto en base a las nanopartículas, que se usa como aditivo en la producción de biogás”, explica el CEO y uno de los cinco socios fundadores, Yuriy Budyk.

Nuestra misión es “mejorar la cantidad y calidad del biogás producido”, Su elemento diferencial es el precio, 20 veces inferior a otras nanopartículas del mercado, y que elimina el ácido sulfhídrico que se genera y que es tóxico y corrosivo con las conducciones.

Sus potenciales clientes en este ámbito son depuradoras grandes que generan biogás con los lodos y las plantas de biogás, más numerosas en Europa que en España. La propuesta de valor es aumentar la rentabilidad energética -muy valorada por los costes actuales de la energía – y evitar futuras averías al eliminar el ácido sulfhídrico. “El mercado es enorme, si sólo hablamos de biogás”, asegura.

El equipo de la startup está formado por otras cuatro personas, entre ellos el catedrático de la UA, Andrés Fullana, y la doctora en Ingeniería Química, Blanca Calderón, coautores de la invención ya patentada. También el experto en digestión anaerobia, Manuel Rodrigo, y el desarrollador de negocio Agustín Lozano.

Previsiones

Calpech, instalada en el parque científico de la UA, ha demostrado su tecnología en una planta piloto y ahora construye otra en Extremadura para hacer pruebas de producción y validación industrial. Se trata de una doble validación, dice Yuriy Budyk, “de la producción (de las nanopartículas) y del producto en sí, y ver si va bien en las aplicaciones”.

Para acometer este proceso y lanzar el producto tiene abierta una ronda de inversión de 100.000 euros que se dirige “a todo tipo de inversor”, aunque “si es estratégico o está relacionado con la industria oleica o biogás, mejor”, añade el directivo.

La producción podrá comenzar en “otoño de este año”, según sus cálculos, “y la venta – ya tienen 18 toneladas de nanopartículas comprometidas- podría ser a finales”. De momento ha despertado el interés de DAM, Facsa o Sacyr para la mejora de producción de biogás en sus depuradoras. Las previsiones de facturación son entre 20 y 30.000 euros este año, 300.000 euros en 2023 y superar el millón el tercer año, explica.

Para la construcción de la planta extremeña ha llegado a un acuerdo con una cooperativa de segundo nivel del sector oleico que hará la inversión y operará bajo la licencia de Calpech. El interés de la cooperativa radica en que en que para producir las nanopartículas de hierro utilizan un residuo de la industria del aceite de oliva, el alpechín – el agua residual que queda al procesar la aceituna- del que se podrán deshacer en el proceso.

Al final hay un modelo de negocio bilateral, explica Yuriy Budyk. Por un lado, “el cliente de la industria oleica porque genera un residuo y como mínimo se deshace de él y lo valoriza, y, por otra parte, montamos una planta para usar el alpechín, aunque en realidad nuestro objetivo es vender nanopartículas”. Además, en un futuro este modelo de producción “se puede replicar en muchas almazaras de países mediterráneos”, añade.

En sus planes de crecimiento la empresa también prevé aumentar su plantilla en dos o tres personas en 2023 y luego “dependerá de la demanda que tengamos”, avanza el CEO.