«Alicante realmente se está reactivando mucho«, quien lo afirma es Sandra Sánchez, directora de casting y profesional desde los años 70, que ha realizado selecciones para películas como «Vicky Cristina Barcelona», de Woody Allen, «Pa negre», de Agustín Villaronga, «Anacleto, agente secreto», de Javier Ruíz Caldera, y hasta un centenar de producciones nacionales e internacionales.
Desde este lunes al miércoles, 27 al 29 de mayo, tiene como objetivo seleccionar a 2.300 figurantes en Alicante. «Teníamos 1800 citas -previas mediante inscripciones en internet- y tuvimos que ampliar 500: 2.300 y están agotadas», explicaba el primer día de entrevistas.
«Hemos tenido un pequeño problemilla porque hay gente que no estaba registrada. Hicimos un enlace donde la gente se tenía que inscribir pero de repente la gente se ha presentado sin inscribirse y entonces intentamos atender a todo el mundo». A las dos de la tarde, después de cuatro horas de haber comenzado el casting, todavía hacían cola decenas de personas a las puertas del hotel Eurostars con la esperanza de poder ser recibidos. En realidad, los primeros llegaban a las 8 de la mañana.
En el interior del hotel, cerca de un centenar de aspirantes más aguardaban pacientemente su turno para llegar a una sala de la primera planta donde podían entregar un cuestionario con sus datos y ser fotografiados. «Llegará un momento que los que no están inscritos realmente tendré que empezar a hacer una selección si no encajan porque lamentándolo mucho es que está muy bien explicado de lo que va -el rodaje- y el perfil que estamos buscando de las personas».
A mediodía ya habían pasado por el hotel 300 personas y la previsión como mínimo era de otras 300 por la tarde. En el primer día de selecciones, Sandra Sánchez afirma haber oído «todo el rato» la palabra «Cautivo», la producción que Alejandro Amenábar rueda estos días en Alicante y para la que también la ciudad vivía un multitudinario casting el pasado 29 de febrero, por lo que apunta que «la inmensa mayoría viene con experiencia». De hecho, los requisitos para ambas producciones son similares en cuanto a aspecto físico por estar ambientadas en el siglo XVI.
Durante el breve tiempo que las tandas de 15 personas llegan a sentarse en la sala, Sandra y su ayudante les explican el proceso, recogen los formularios con datos y piden a quien no lo haya hecho que envíe un mail con su registro. Cada persona se coloca una pegatina en el pecho con su número para el casting y se le realizan unas fotografías. A los afortunados se les llamará para emplazarles a pruebas de vestuario y participar en los rodajes, que tendrán lugar durante julio y agosto, en gran parte en Ciudad de la Luz y «alrededores de Alicante».

Muchas de las personas que aguardan en la calle han ido a probar suerte y desean vivir la experiencia. Es el caso de Echi, el último de la fila, que reconoce porque le ha «pillado al lado de casa», y va acompañado por su novia, a quien trata de animar para que se presente. También Cristina, de San Vicente del Raspeig, acompaña a su hija, que acaba de terminar Magisterio y quiere vivir «una experiencia nueva». También madre e hijo, Ana y David, se han desplazado desde Arenales del Sol «para vivir la experiencia». Él es monitor de actividades acuáticas y ella esteticista. «Lo hemos visto por internet y hemos dicho, vamos a probar», señala ella.
Un poco más adelante se encuentra Rocío, una joven que estudia teatro en Alicante y desea formarse en la Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia. Ella tampoco tiene experiencia aparte de las pruebas de selección que hacen en su academia y «hace unos años» con una experiencia similar también «en la calle».
John y Alejandra se encontraban los primeros para entrar al interior del hotel después de más de hora y media. Son colombianos afincados en Alicante. Él explica que «tenemos expectativas porque va a ser una serie de Netflix francesa y nos gusta mucho este rollo» mientras ella relata que en su país natal ya han tenido experiencias no de filmación pero sí de formación en academias sobre «modelaje, protocolo, pasarela y desfiles».
Ya en el interior, Marta, una joven tatuadora y estudiante de traducción de Elda, se encontraba ya al pie de escalera después de «una hora larga» para subir al descansillo de la primera planta y aguardar nuevamente turno en otra nutrida cola. Ella había solicitado cita por internet de 12 a 13 horas después ver en internet el anuncio. «Me salto en el periódico de Google que a mí me gusta leerlo y dije, anda, voy a apuntarme porque vi que es una serie francesa y a mí me gusta».

Entre los que bajaban, y con sonrisa en el rostro, un veterano del teatro, Paco Hernández. «Estupendo, nos han estado explicando que enviemos la documentación repasarnos todo y luego hemos pasado a hacernos fotos. Si tú no lo has recibido antes, pues tienes que poner no recibido y ellos te lo envían para que lo rellenes».
Tiene muy reciente el rodaje como figurante en la producción de Cautivos de Alejandro Amenábar. «He ido cuatro veces, tres a Castillo y dos a la Ciudad de la Luz. Ni me lo creo». A sus 69 años y ya jubilado relata que «he hecho mucho teatro e hice dos cortos para televisión, pero hace muchos años y esto fue como como el que está tomando café, viene tu amiga y te dice qué haces, por qué no vas».

Dos mil trescientas ilusiones se verán satisfechas durante el rodaje de “Nero” este verano. Para su producción, «esta serie viene desde Francia rodando y hace un poco la ruta del Mediterráneo. Estamos rodando en Cataluña, en Figueras, siempre vamos de castillo en castillo, nos sentimos princesas o reinas -bromea Sandra Sánchez-. Luego rodamos en Alicante y luego vamos a la Seu d’Urgell, todo por Lleida».
La nueva producción de Netflix narra las aventuras de un sicario al servicio de un noble, ávido de poder que deberá salvar a su propia hija, a la que apenas conoce, de aquellos que quieren acabar con su vida. Esta serie de acción francesa está ambientada en el sur de Francia en el siglo XVI en un periodo de sequía. En sus viajes, el protagonista estará acompañado por un viejo monje y por la hija de su señor, prometida a una boda principesca. Este antihéroe se acaba convirtiendo en héroe para salvar a su hija de las garras del mal que amenaza al mundo, indican desde la productora.


