Aunque hasta ayer mostrábamos la Isla de Tabarca como único lugar, junto a La Graciosa (Lanzarote), libre de coronavirus, la realidad es que el COVID-19 ha llegado a este paraíso de la Comunidad Valenciana.
Vecinos de la isla se vieron sorprendidos ayer por la visita de un agente de la policía local que, acompañado del ATS, fue puerta por puerta informando de que habían detectado el primer caso de coronavirus en Tabarca. Además, ambos entregaron a los vecinos mascarillas y guantes para extremar las medidas preventivas.
Reconocen que ahora mismo hay un ambiente de tensión y preocupación, puesto que hasta ayer había personas que no se lo estaban tomando en serio el confinamiento.
“Hasta ayer el confinamiento aquí era relativo, pues muchos vecinos campaban por la isla a sus anchas sin ser conscientes del peligro de la pandemia. Incluso salían a la Península en sus lanchas”, declara uno de los vecinos.
La Isla de Tabarca ya comenzó su temporada el pasado mes de enero gracias al buen tiempo que reinaba en la provincia de Alicante. Recibía visitas de turistas cada día e incluso había restaurantes que ya estaban abiertos.
Con el Real Decreto de Estado de Alarma el pasado día 14 de marzo, el flujo de pasajeros de la Península a la isla quedó paralizado y solo salen barcos para traer abastecimiento a los habitantes de Tabarca.
Aunque realmente en pleno invierno solo viven alrededor de una quincena de forma permanente, estiman que actualmente hay unas cincuenta personas viviendo allí.
A pesar de la situación extrema que ha provocado la crisis del coronavirus, algunos vecinos aseguran que estaban tranquilos porque Capitanía Marítima les garantizó que no iba a haber problemas de abastecimiento. Es más, todos los martes se fleta una lancha con una media de 5 o 6 personas para que vayan a comprar comida y productos de primera necesidad a Santa Pola, localidad más cercana.
El agente de Policía Local y el ATS, coordinan la organización de este servicio y están en contacto con todos los vecinos para que ninguno se quede sin comida o sin medicamentos.
Al detectarse este primer caso las medidas preventivas se han incrementado y ahora los vecinos no pueden salir de sus casas salvo por los motivos justificados por el Real Decreto, que, en este caso, son mínimos al no haber supermercados ni farmacias.