Más de 100 vecinos, según estimaciones de la Policía Local, y casi 200, en base a los cálculos de Asociación Vecinal Campellera, se han dado cita ante la puerta del Ayuntamiento de El Campello para protestar por la aplicación de las nuevas tasas de basuras. O lo que denominan en este municipio desde hace meses como el «tasazo».
La trasposición de la normativa europea en El Campello divide hasta en 14 zonas el cobro de anual por la recogida de residuos y origina que en barrios como Bonny, sus vecinos paguen 60,85 euros, alejados de los 143,95 que deben abonar en el Casco Urbano.
Los vecinos ya presentaron 2.262 firmas, junto a sus alegaciones, para protestar por esta manera de aplicar el cobro de las tasas. Este miércoles, una vez que ha terminado el plazo de pago voluntario, han convocado su primera protesta en la calle.
Reclaman un sistema de cobros ‘más solidario y más justo’
Vicente Calpena, presidente de la Asociación Vecinal Campellera, deja claro de inicio que el colectivo no es contrario al principio europeo de «quien contamina paga». Pero reclama «sentido común» porque hay «miles de formas de aplicarlo: Hasta volver al sistema antiguo que teníamos el año pasado, que todos los campelleros pagáramos lo mismo».
Hasta el momento el cobro único era de 60 euros. Reclaman una consulta pública y, como mínimo, un sistema «más solidario y más justo«, que tenga en cuenta las circunstancias personales. «Hay personas viudas que viven solas. Hay personas que son cuatro en la familia. ¿Cómo va a pagar lo mismo la persona que ensucia muy poquito, que otros que ensucian que son más?». Reclaman descuentos para familias numerosas o en situación de vulnerabilidad.
14 zonas con 14 tasas
Desde el Ayuntamiento de El Campello recordaban, al inicio de la campaña de tributación de estas tasas a finales de marzo, que la regulación local de las nuevas tasas por la recogida y tratamiento de basuras deben respetar el principio de equivalencia. Como cambio principal, obliga a que los vecinos cubran la totalidad del coste del servicio.
El alcalde Juanjo Berenguer explicaba en el Pleno municipal que aprobó el pasado diciembre la nueva normativa de tasas, con el apoyo de VOX, que se había ponderado la tasa. Un análisis -elaborado por SUMA– concluía las zonas que tienen una generación mayor de residuos. En base a este estudio justificaba la decisión municipal para dividir el término en 14 zonas con tasas diferenciadas.
El primer edil precisaba que la nueva tasa analiza el comportamiento detectado según las zonas del municipio, partiendo de criterios técnicos y estadísticos teniendo en cuenta aspectos como la densidad poblacional, el número de viviendas, el número de empadronados en dichas viviendas, la cantidad de recibos de basura emitidos en dicha zona, la superficie construida en la misma e incluso ponderando los resultados de acuerdo al valor medio del metro construido atendiendo al valor catastral de los inmuebles par así tener en cuenta el principio de capacidad económica de la ciudadanía.
Los vecinos no accedieron al informe de SUMA
Respecto al informe del organismo provincial, desde el colectivo critican que El Campello no lo haya presentado antes de abrir el periodo de alegaciones, el pasado año. El presidente relata que «ese informe no lo vimos nunca. La gente nuestra que accedió a la documentación en el periodo de licitación, no lo consiguió. Lo pedimos, no se nos mostró».
Sostienen que las tasas son superiores al coste real de servicio
Tras haberse materializado ya los tributos, Calpena critica, asimismo, que «el cobro de las tasas no puede ser superior al coste real del servicio» pero el recibo «se ha calculado sobre un contrato que tenía que haber entrado en vigor el 1 de enero de este año». La licitación de la nueva contrata de recogida de residuos está paralizada, después de que Comisiones Obreras denunciara la vulneración de derechos de huelga de la plantilla en el pliego de prescripciones técnicas. Un recurso que ha sido aceptado por el Tribunal Administrativo Central de Recursos Contractuales, que ya en enero estimó medidas cautelares para analizar el procedimiento administrativo.
El sentimiento general de la población de El Campello es contraria al «tasazo», según lo que han percibido. «El miércoles pasado, en el tiempo que estuvimos entregando folletos en el mercadillo, había un cabreo generalizado».
