Los exjefes de la banda terrorista ETA Ainhoa Mugica, alias ‘Olga’, Juan Antonio Olarra Guridi, alias ‘Juanvi’, y María Soledad Iparraguirre, alias ‘Anboto’, se han acogido este martes a su derecho a no declarar ante el juez de la Audiencia Nacional Antonio Piña que les había citado en calidad de investigados por el atentado de 2002 en la localidad de Santa Pola que causó la muerte de dos personas, una de ellas una niña de seis años.
Así lo confirman a Europa Press fuentes jurídicas presentes en estas tres comparecencias, que se han celebrado por videoconferencia desde la cárcel dado que los tres exdirigentes cumplen condena.
En un informe reciente, de 4 de abril, de la fiscal del caso María Elisa Lamelas, se recordaba que las diligencias se reaperturaron en marzo de 2022 dado que se considera que existen indicios de que ejercieron «labores de responsabilidad sobre la actividad terrorista desarrollada por el comando ‘Argala’ de ETA«, al que pertenecían Óscar Celarain y Andoni Otegi, ya condenados por este atentado.
La fiscal, recordaba en este informe que si bien los hechos datan de 2002, no estaban prescritos para los exjefes de ETA porque se reabrió la causa en marzo de 2022, antes de cumplirse el plazo de prescripción de 20 años.
Autoría Mediata
El atentado por el que declaraban este martes era el perpetrado por ETA contra la casa-cuartel de Santa Pola en agosto de 2002, que se saldó con el asesinato de Silvia Martínez Santiago, de seis años, y de Cecilio Gallego Alaminos, de 57 años, y dejó hasta 51 heridos.
Según autos previos del que fuera titular del Juzgado Central de Instrucción número 6, Manuel García Castellón –ya jubilado–, los tres ostentaban en el momento de los hechos cargos de responsabilidad en la banda, por lo que se les investiga por su autoría mediata –comisión de un delito a través de otra persona–.
De hecho, en un auto de mayo de 2023 por el que el instructor libraba una orden europea de detención (OED) contra Olarra Guridi con el objetivo de que las autoridades francesas dieran luz verde para poder tomarle declaración como investigado, señalaba que ejerció como jefe del aparato militar desde el 22 de febrero de 2001, tras la detención de Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, y que lo hizo junto con su compañera sentimental, Ainhoa Múgica.
Por este mismo asunto ya fueron procesados en agosto de 2024 por la Audiencia Nacional otros dos exjefes de ETA, Mikel Albisu, alias ‘Mikel Antza’, y Ramón Sagarzazu, ‘Ramontxo’. Cuando se produjo ese procesamiento, el instructor avisaba de que también buscaba poder tomar declaración como investigado a un sexto jefe de ETA por estos hechos, Félix Ignacio Esparza, ‘Navarro’.
García Castellón aseguró entonces que la investigación permitía concluir que, «desde la perspectiva que ofrece el estudio detallado del funcionamiento y estructura de la banda terrorista, sujeta a una férrea disciplina cuasi militar, se considera que el atentado de Santa Pola se habría decidido por la dirección de ETA».


