Representantes de CCOO y UGT en la provincia se encerraron a última hora de ayer en la Jefatura Provincial de Correos, en la Plaza Gabriel Miró de Alicante, para denunciar la «precariedad laboral» de los empleados de la sociedad pública y llamar a la huelga general a los 1.500 trabajadores de la provincia los próximos días 1 a 3 de junio. Alertan de que la empresa está al borde de la quiebra técnica y sus trabajadores sufren la consecuencia directa de la implantación de «un modelo de empleo basura».
En Alicante, explican que hay 825 empleados laborales fijos y 328 funcionarios, además de personal eventual y la tasa de empleo a tiempo parcial es del 22%, muy similar a las del resto del estado, que se sitúa en un 20%, con más de 10.000 puestos con jornada a tiempo parcial.
En un comunicado conjunto los dos sindicatos responsabilizan del déficit estructural en la mayor empresa pública del país a la gestión de su presidente Juan Manuel Serrano a quien acusan de liderar el «desguace del servicio postal». Y recuerdan «las pérdidas de casi 600 millones de euros desde 2019, si sumamos los 100 millones en negativo del ejercicio 2021».
«El deterioro del servicio postal público es cada vez más evidente en esta provincia a consecuencia de la política de desmantelamiento del servicio público postal y de Correos, el hundimiento de su actividad, y la precarización del empleo y de las condiciones de trabajo», señalan.
Entre los motivos de esta precarización apuntan al nuevo modelo de cartería (rider de la última milla), la conversión de los servicios de Atención al Cliente de Correos en teleoperadores, la eliminación de las Unidades de Servicios Especiales (uno de los servicios de entrega a domicilio), o la cesión de los Centros de Tratamiento Automatizado a Correos Express, «mezclando plantillas para sustituir a los trabajadores de Correos o la precarización del Servicio Rural», entre otros.
El encierro protagonizado por 14 delegados de los sindicatos en Alicante se enmarca en las movilizaciones que los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT están llevando a cabo bajo el lema “SALVEMOS CORREOS” y que tiene en el horizonte más inmediato la convocatoria de huelga general de primeros de junio.
Recriminan al presidente de Correos y al Gobierno falta de diálogo social, el consenso y la participación de los representantes de los trabajadores y trabajadoras de Correos, «desoyendo a la mayoría sindical que representa al 76% de la plantilla», que exige una negociación real y efectiva sobre el modelo postal público, su financiación y viabilidad, «provocando la ruptura unilateral del diálogo social y la imposición de medidas laborales que han aumentado la conflictividad y la judicialización de las relaciones laborales en Correos».
Ambas organizaciones exigen al Gobierno de España un replanteamiento sobre el futuro del operador postal, «desde un modelo de servicio público de calidad para la ciudadanía del país, contrario a la hoja de ruta de desmantelamiento del operador público seguida desde hace 3 años por Serrano».
