Una funcionaria del Centro Penitenciario de Villena fue agredida en la tarde de ayer por un interno que demuestra habitualmente una actitud conflictiva. El incidente ha ocurrido tan solo ocho días después de que otro trabajador fuera golpeado en el módulo de aislamiento del mismo centro. En esta ocasión, gracias a la rapidez de reflejos de la mujer, pudo evitar consecuencias de mayor gravedad, según denuncian desde el sindicato Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM).
Los hechos ocurrieron alrededor de las 16 horas en uno de los módulos de régimen ordinario cuando el interno a la bajada de celdas, aprovechó para golpear a la
funcionaria en la cara, causándole lesiones que afortunadamente no revisten especial gravedad. El sindicato señala que gracias a que la víctima supo zafarse a tiempo pudo evitar males mayores y, tras ser examinada, presenta diversos hematomas.
Antes de producirse la agresión el funcionario ya había amenazado e insultado a la trabajadora, llamándola “perra”. Según relatan, este interno altera el funcionamiento del módulo y del día a día del resto de reclusos y manifiesta «una conducta errática y de total ausencia de respeto» hacia los demás y hacia los códigos que rigen el interior de las prisiones.
La tensión por su comportamiento es intensa y los reclusos se han quejado de él varias veces y le recriminan su actitud. Uno de los motivos de quejas es que «aprovecha cualquier situación para apropiarse de las pertenencias de sus compañeros».
Desde el sindicato consideran que este comportamiento en combinación con la actitud misógina que el mismo manifiesta, pudo desatar y proyectar la reacción violenta hacia la funcionaria agredida.
Se da además la circunstancia de que había regresado a prisión después de haber conseguido el tercer grado (un régimen de semilibertad muy anhelado por la gran mayoría de los reclusos ).
Una agresión en España cada 36 horas
Es el segundo ataque en tan solo ocho días, ya que el pasado 21 de mayo, otro funcionario necesitó atención médica inmediata después de que otro interno se abalanzara de forma sorpresiva sobre él y le propinara un fuerte golpe en el pómulo. En esta ocasión, según informaba el sindicato Acaip-UGT, el ataque se produjo de manera similar, «inesperada y violenta». El recluso se abalanzó sobre los funcionarios, insultándolos, amenazándolos y tratando de agredirles. Al forcejear, el trabajador recibió el golpe.
Mientras tanto los trabajadores penitenciarios continúan reclamando el restablecimiento de la autoridad en el interior de las prisiones y, por ende, la consideración de los mismos como agentes de la autoridad. También, exigen que esta profesión sea considerada de riesgo. Según los datos que manejan un funcionario de prisiones sufre una agresión cada 36 horas, siendo así el colectivo más castigado en este sentido. Al mismo tiempo ponen de manifiesto que «una ratio de 2 funcionarios para más de 100 internos resulta a todas luces, más que insuficiente para poder desempeñar su trabajo con unas condiciones mínimas de seguridad».
Tu Abandono Me Puede Matar, sindicato mayoritario de prisiones, recuerda que en 2024 se produjeron 504 agresiones, de las cuales 267 cursaron con lesión y otras 237 sin lesiones.
