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viernes, 29 marzo 2024

Recomendaciones para proteger la vivienda de robos al irnos de vacaciones

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) expone sus recomendaciones y anima a no dejarse intimidar por la presión de los comerciales en caso de querer instalar una alarma.

Los robos en viviendas son algo común hoy en día, aunque la Organización de Consumidores y Usuarios advierte que no tanto como algunos pretenden hacer creer, especialmente las empresas de seguridad, que según ha comprobado OCU son realmente alarmistas y persistentes. Por eso, la Organización recomienda no dejarse intimidar por la presión de los comerciales en caso de querer instalar una alarma.

Según datos del Ministerio del Interior, el número de robos con fuerza ha disminuido en 2019: un 5,4% menos que el año anterior. Sigue siendo menor que el de otros países de nuestro entorno. También sabemos que la mayoría de los robos se producen de día, entre semana y cuando no hay nadie en casa.

El número de los hogares que cuentan con sistema de seguridad electrónica crece poco a poco, hasta rondar el 7% de las viviendas españolas.

Además, según encuestas realizadas por la Organización:

• La satisfacción con el sistema de alarmas es en general bastante elevada, sin diferencias significativas entre las distintas compañías del mercado.

• Antes de contratar una central de alarmas, la Organización recomienda leer la letra pequeña, y comparar el servicio y el precio de al menos dos compañías. Así como no dejarse intimidar por la presión de los comerciales.

• Como se trata de un contrato realizado fuera de establecimiento comercial, hay 14 días naturales para desistir del contrato sin necesidad de justificarse.

OCU recuerda que es posible conseguir un hogar protegido mediante la combinación de medidas disuasorias, elementos mecánicos de seguridad y sistemas electrónicos, y ofrece unos consejos básicos para proteger la vivienda.

Como primera medida, la Organización de Consumidores recomienda recorrer la casa para detectar puntos débiles, sobre todo los accesos, e intentar reforzarlos para impedir o retrasar la entrada de intrusos.

• Reforzar las puertas de acceso. tanto en la hoja como en el marco. Hay puertas de todo tipo: desde madera maciza, pasando por blindadas con una plancha de acero en el lado interior, y acorazadas con planchas de acero en el interior y exterior, más la estructura interna de acero.

• Instalar una buena cerradura que cuente con varios puntos de anclaje y cilindro de seguridad con escudo antitaladro. Si la cerradura tiene sólo un punto de anclaje, es recomendable disponer de un cerrojo adicional.

• Prestar atención a otros elementos de seguridad como el cerradero, una pieza metálica insertada en el cerco por donde encajan los pestillos cuando se gira la llave, y las bisagras.

• Prestar atención a los cristales y los marcos de las ventanas. Existen distintos sistemas de bloqueo con cerrojo según el tipo de ventana, también disponibles para persianas.

• Los cristales más resistentes a veces salen muy caros. Como solución intermedia, se puede instalar un cristal con doble capa o con película protectora.

• Las rejas y barrotes ofrecen buena protección, pero suponen un obstáculo de salida en caso de emergencias. Por eso, deben contar con un mecanismo de apertura desde el interior.

Además, OCU recuerda que es importante también respetar unos principios básicos de prudencia:

• No olvidar puertas ni ventanas abiertas al salir de casa, y girar por completo la llave para garantizar que la cerradura cumpla su función.

• No esconder la llave en el exterior (bajo el felpudo, una maceta, etc.), es preferible dejar una copia a una persona de confianza.

• No abrir la puerta a desconocidos. Desconfiar de los servicios técnicos que se presenten sin avisar, y, antes de abrir la puerta, usa siempre “filtros” como el portero automático, la mirilla o la cadena de seguridad.

• Evitar dar detalles por las redes sociales y no comentar la ausencia a personas de poca confianza.

• Tomar medidas para dar la impresión de que la casa está ocupada (por ejemplo, instalar un programador electrónico para activar a determinadas horas algunas luces o el televisor).