La moción de censura presentada esta mañana en el Ayuntamiento de Orihuela ha sacudido el avispero de Ciudadanos. Los concejales de Ciudadanos encabezados por José Francisco Aix han decidido ir por libre y rechazando cualquier comunicación con la cúpula de su partido han decidido sumarse a la moción.
A primera hora de la tarde los ediles han sido apartados del partido mientras se decide su futuro en el partido. Con estas palabras de César Martínez eran informados el resto de ediles de la formación naranja de la provincia: “Dado que se ha presentado una moción de censura, sin contar con la autorización de los órganos del partido, nos vemos obligados a apartar a los concejales de Orihuela como medida cautelar antes de que se abra un expediente que aclare esta situación. Deciros que no solo no nos han informado sino que no nos han respondido a nuestros intentos de aclarar que estaba pasando.”
La cuestión, que pondrá fin al gobierno de Emilio Bascuñana, también pone en pausa las negociaciones de numerosos cargos de Ciudadanos en Alicante con el Partido Popular. Tras las recientes debacles de Ciudadanos en las elecciones de Madrid y Castilla-León es hora para muchos de negociar un futuro de cara a 2023, pero Orihuela ha enquistado las cosas.
Orihuela no es un municipio es el 4º municipio más grande de Alicante y el 7º de la Comunitat Valenciana, pero para el PP es una píldora que se viene atragantando los últimos años. La investigación al alcalde, la división interna del partido local, la imposición de Bascuñana como candidato en 2019 y una compleja alianza para salvar el gobierno han dado al traste con este feudo del PP.
Ciudadanos no ha podido contener este polvorín, una vez más dejando en evidencia la falta de control de la cúpula autonómica sobre los equipos locales, que cada vez más viran de rumbo a media legislatura. La última moción en la que Ciudadanos fue clave se produjo hace tan solo dos semanas en el municipio valenciano de Rocafort.
Con Orihuela serán 17 los ayuntamientos gobernados por Ciudadanos en alianzas con el PSPV-PSOE frente a los 14 que el PP mantiene con la formación naranja. El partido que alcanzó 465.000 votos con Toni Cantó (ahora a las órdenes de Isabel Díaz Ayuso) cada vez encuentra más dificultades para mantener el control de sus grupos municipales.
La cuestión se vuelve cada vez más compleja para Ciudadanos: la amenaza de una inminente disgregación complica las negociaciones personales en municipios, diputaciones y órganos autonómicos para 2023. Sin embargo mantener el orden con una mano y negociar un posible futuro con otra se torna una misión imposible.
Orihuela podría no ser el último municipio en cambiar de manos por Ciudadanos, las relaciones en Benicàssim (Castellón) no pasan por su mejor momento entre la popular Susana Marqués y la vicealcaldesa de Ciudadanos Cristina Fernández.
