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jueves, 28 marzo 2024

Iglesia diocesana muestra su preocupación por la situación de los trabajadores y reivindica la necesidad de un trabajo decente

Con motivo de la celebración este sábado, 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente distintas organizaciones eclesiales impulsan, en la Diócesis de Orihuela-Alicante, la iniciativa #IglesiaporelTrabajoDecente. Cáritas, CONFER, Justicia y Paz, Secretariado de Migraciones, Secretariado de Pastoral Obrera, ACO, HOAC y JOC convocan una vigilia y un gesto público en Alicante con el fin de hacer visible esta realidad.

Los diferentes actos tendrán lugar en la iglesia de Nuestra Señora de Gracia y la plaza de la Montañeta de Alicante. La tarde comenzará a las 20:00 h con la celebración eucarística presidida por el obispo diocesano Jesús Murgui. Seguidamente, a las 21:00 h, habrá un gesto público en la plaza y a las 22:00 h una vigilia y concierto con las actuaciones musicales de Grupo Confía y Emilia Arija.

Al mismo tiempo la Diócesis de Orihuela-Alicante se suma al siguiente manifiesto nacional para la Jornada Mundial por el Trabajo Decente 2017:

Las organizaciones que apoyan la Iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente constatan que el trabajo decente, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es un elemento imprescindible para la justicia social y la cohesión de toda la humanidad.

Garantiza un salario mínimo vital, la libertad de asociación sindical, la participación de quienes trabajan en los asuntos de la empresa, el respeto de la negociación colectiva, el respeto de los convenios, la igualdad de trato entre las personas, la salud y seguridad en el trabajo, la protección social de quienes trabajan y de las personas a su cargo, la protección contra el despido, el acceso a la formación y el aprendizaje permanente y el equilibrio entre la vida privada y la vida laboral.

En España estamos asistiendo a un crecimiento del trabajo precario, que se presenta bajo las formas de la contratación temporal, la contratación a tiempo parcial y el empleo autónomo ficticio.

El empleo precario afecta principalmente a las personas más vulnerables, que corren riesgo de discriminación, pobreza y exclusión (personas con capacidad funcional diversa; personas con un origen étnico, religión o creencia minoritaria; personas jóvenes y mujeres).

La juventud se ve particularmente afectada por el trabajo no voluntario a tiempo parcial, el empleo autónomo ficticio y el trabajo no declarado.  Un buen número de jóvenes está abandonando España en busca de mejores oportunidades de empleo.

Una remuneración insuficiente para una vida digna, condiciones laborales que dificultan la consecución de un proyecto vital a largo plazo; falta de perspectivas; la vulnerabilidad de la persona ante un retroceso en derechos laborales y un entorno laboral que atenta, en muchos casos, contra la salud e integridad del trabajador son el rostro visible de una economía al servicio del capital, donde la persona es un mero instrumento que sirve y es utilizada en función de los intereses que marca el mercado. Esta concepción, en cuanto no pone a la persona y su dignidad en el centro, es contraria al proyecto del Reino de Dios y no puede ser, en ningún caso, aceptada desde una mirada cristiana de la vida.