Este año, tras haber llovido en Fallas y Magdalena lo que no estaba escrito parece la proximidad de las Hogueras de Alicante va a romper con esa ‘mala racha’, porque las Hogueras de Alicante son diferentes.
Por eso se celebran en junio para dar la bienvenida al verano y por eso la probabilidad de precipitación es más baja que en Valencia y Catelllón donde la variabilidad de la primavera a veces nos juega una mala pasada.
Todo apunta que van a ser unas Hogueras de bastante calor (como suele ser habitual), que el viento no será un hándicap para la plantà de los monumentos y que a la lluvia ni está ni se le espera.
