El Ayuntamiento dedicará una calle a Manuel Calvache Sánchez, fallecido el pasado jueves a los 81 años y que convirtió la Policía Local de Elche durante su mandato como jefe entre 1993 y 2007 en uno de los mejores cuerpos municipales de la Comunitat Valenciana y de España.
El alcalde, Carlos González, ha informado esta mañana de que la moción será presentada para su aprobación el próximo viernes 26 de mayo en la Junta de Gobierno.
El regidor ilicitano, que ha destacado la talla profesional del antiguo mando policial como ya hiciese al conocer la triste noticia de su muerte. Y ha explicado que Calvache es digno merecedor de permanecer en la memoria colectiva de la localidad y sus gentes mediante el callejero, con la designación de una calle en su honor, por su inestimable labor al frente de la Policía Local, la cual transformó y modernizó con, entre otras innovaciones, la creación de unidades especializadas, un hito a nivel estatal en el marco de las fuerzas municipales.
“En definitiva, con su capacidad de trabajo, visión y liderazgo, Calvache ayudó a construir la sociedad segura y garante de libertades constitucionales en la cual convivimos hoy los ilicitanos”, ha manifestado González, quien ha proseguido reiterando la importancia de sus aportaciones y de un legado que perdura hasta nuestros días en la policía ilicitana en forma de profesionalidad y vocación de servicio a la ciudadanía.
Manuel Calvache, que nació el 31 de marzo de 1942 en Elche, obtuvo numerosos reconocimientos laborales y sociales durante su etapa como jefe de la Policía Local, entre ellos la Medalla de Oro al Mérito Policial del Consistorio en 2007 y el galardón homónimo de la Policía Nacional. Antes de ser nombrado por el alcalde Diego Macià para dicho puesto, desarrolló su carrera en el Ejército durante más de tres décadas, donde alcanzó el rango de coronel.
Calvache supo ganarse el respeto y el cariño de sus subordinados e incluso de la ciudadanía, siendo despedido por toda la sociedad ilicitana el pasado sábado en un multitudinario sepelio en la basílica de Santa María.
