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sábado, 20 abril 2024

El Juli, a hombros en Alicante tras cortar dos orejas

El torero madrileño protagoniza una segunda faena sublime. Por su parte, Paco Ureña estuvo fantástico y logró una merecida oreja en su segundo turno. Por último, Morante de la Puebla cuajó una gran actuación, pero no tuvo fortuna a la hora de matar y sólo pudo acabar la tarde con una ovación.

La Plaza de Toros de Alicante acogió una tercera tarde de Feria de Hogueras después del ciclón que supieron las actuaciones del día anterior. Morante de la Puebla, El Juli y Paco Ureña tomaron el relevo dispuestos a hacer vibrar a los alicantinos como en la anterior corrida. En esta, los tres espadas  dieron lo mejor de sí en su segundo toro. Sin embargo, les faltó mayor fortuna a la hora de matar y en total lograron 3 orejas (2 para El Juli y 1 para Ureña). No obstante, esta tercera entrega taurina de la Feria dejó con un buen sabor de boca a los asistentes (dos tercios de entrada) al valorar positivamente la entrega de los tres maestros.

Morante arrancó su faena con solidez tras recibir en tres verónica y una media a su primer toro. Acto seguido encadenó varios lances consecutivos que animaron a la afición. Sin embargo, su buena actuación no pudo completarse en el momento de la verdad. El diestro sevillano no anduvo fino a la hora de matar, quizá fue su posición demasiada abierta  la que le pasó factura para matar. Terminó su faena inicial con una ovación.

Afrontó su segundo toro con ánimos de revancha y de revindicarse. Esto fue lo que hizo desde el primer momento que el animal pisó la arena. Enloqueció al respetable con varias verónicas marcas de la casa. Se vio a un Morante muy mejorado, con aroma de grandeza que fue “in crescendo” poco a poco. Además, su faena no fue indiferente y nos dejó algún susto como el que recibió su banderillero El Lili cuando se disponía a realizar su labor. El toro a punto estuvo de cogerlo. Morante dejó con la boca abierta al público con unos precisos y plásticos molinetes de rodillas en tierras. Esta vez sí rozaba las dos orejas, pero la espada le volvió a jugar una mala pasada. No estuvo fino a la hora de matar y tiró por tierra su fantástica actuación. Nuevamente, se llevó una cálida ovación del respetable de Alicante.

Puerta grande para El Juli

El Juli protagonizó una gran puesta en escena. Pases perfectos, con mucha templanza, brillantez y clase. Los banderilleros fueron acompañantes de lujo para el diestro madrileño. El Juli mostró una imagen muy sólida y contundente, y el mejor momento llegaría con la muleta al pasársela rápidamente por ambos pitones. Pero, le falló la espada a la hora de matar y sólo pudo llevarse una ovación.

En el segundo envite de El Juli vimos la actuación más superlativa de la tercera corrida de Hogueras. En torero madrileño estuvo sublime, arrancó con unos aclamados recibimiento de capote y un quite por zapopinas. El Juli ganaba cada vez más confianza con la que permitió ofrecer destellos exquisitos. El toro acompañó y mucho, y ayudó a motivar aún más al madrileño. El maestro capitalino “acarició” cada una de las embestidas del animal y estaba tan a gusto que “se recreó de más” en su faena. Esto hizo que recibiera un aviso antes del momento cumbre. Sin embargo, el aviso no le puso nervioso y mató de una estocada. Finalmente, El Juli logró dos orejas merecidas. El quinto toro de Garcigrande no pasó desapercibido y fue premiado con una vuelta al ruedo.

Una oreja para “el pregonero” Paco Ureña

Paco Ureña afrontaba la feria taurina de Hogueras de una forma especial. Hace tan sólo cuatro días había dado el pregón del cartel de 2019 y eso inconscientemente te hace vivir una faena con mayor responsabilidad. Con el ánimo de agradar y de completar una buena tarde inició su actuación. El toro asumió también el reto y se mostró bastante peleón. El diestro murciano cuajó una faena muy voluntariosa y entregada, encadenó varios pases seguidos y se acercó de más al toro. Pero, no supo romper la tónica con la espada de sus antecesores, falló a la hora de matar y soló recibió la ovación del público.

Sin embargo, esto no minó la moral de Ureña. En su segundo toro, vimos a un Ureña más intenso, más ágil de piernas y más activo con el que el respetable de Alicante se enganchó. El diestro de Lorca brilló con el capote saludando a la verónica. Pero a diferencia de su faena inicial, el toro fue más flojo y Ureña se percató de ello en el momento decisivo. El maestro murciano no quiso que este revés le perjudicara en su resultado final y tuvo la inteligencia de meterse en cercanías y pegarse un sincero arrimón. Finalmente, mató brillantemente al toro a la primera y se llevó una trabajada oreja.

En definitiva, después del ciclón de la terna Castella-Manzanares-Rey, el toreo sigue ardiendo en  la Plaza de Toros de Alicante con los tres espadas Morante-El Juli-Ureña.