Un trabajador de una empresa de tecnología que actualizaba e instalaba redes wifi en centros educativos desde 2023 ha sido detenido como supuesto autor de múltiples robos en colegios de la provincia de Alicante, donde incluso llegó a sustraer ocho tabletas específicas para alumnos con discapacidad psíquica, lo que causó un retraso en su formación.
El arrestado, de 42 años y con antecedentes por delitos contra el patrimonio, habría aprovechado su condición de instalador en los colegios para apropiarse también de equipos informáticos y dinero destinado a actividades de los alumnos, según ha informado este lunes la Guardia Civil en un comunicado.
Los centros educativos afectados están ubicados en los municipios de Alicante, Elche, Elda, Benidorm, Almoradí, Cocentaina, La Nucía, Sant Vicente del Raspeig y Santa Pola.
En concreto, en un centro de formación en Elda, robó ocho tabletas adaptadas para la enseñanza de alumnos con discapacidades psíquicas.
La detención se llevó a cabo en el marco de la operación Telba, iniciada en octubre pasado tras el robo de treinta ordenadores portátiles y otras tantas tabletas informáticas de un instituto de San Vicente del Raspeig.
Según la misma fuente, el arrestado había vendido las tabletas sustraídas, así como cámaras, proyectores y microscopios, en tiendas de segunda mano.
Además del material informático, presuntamente se apoderó de más de 1.000 euros en efectivo procedentes de fondos de alumnos para viajes escolares y del dinero de cajas registradoras de las cantinas en varios de los colegios.
Paralelamente, la mercantil para la que trabajaba también denunció al sospechoso, acusándolo de apropiarse de materiales de la compañía para su reventa sin autorización.
El pasado 24 de octubre, una vez que los investigadores vincularon al empleado con dos delitos de robo con fuerza, siete de hurto y uno de apropiación indebida, fue apresado en la puerta de su vivienda, en la capital alicantina, y, posteriormente, puesto a disposición de la autoridad judicial, que decretó su libertad con medidas cautelares.
Hasta el momento, la Guardia Civil ha logrado esclarecer el robo de material tecnológico valorado en 30.000 euros y ha estimado en 5.000 euros los daños ocasionados.
También se han recuperado varios ordenadores portátiles y equipos de la empresa de telecomunicaciones, así como cuarenta discos duros internos que no pudieron ser vendidos al estar serigrafiados con anagramas de entidades públicas.


