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jueves, 18 abril 2024

¿Qué pasa si comemos alimentos contaminados de coronavirus?

Ante los brotes de coronavirus registrados un matadero de Alemania, surge la duda de si es peligroso comer determinados alimentos. Hablamos con Santiago Vega, catedrático en Sanidad Animal y compartimos la información de las agencias principales en seguridad alimentaria.

En los últimos días ha surgido un brote masivo de coronavirus en la empresa cárnica Tönnies en el oeste de Alemania, que ya cuenta con más de 1.000 trabajadores contagiados. Además, en España se ha registrado un brote en una central hortofructícola de Aragón con 25 nuevos casos. 

¿Estamos en riesgo de contagio si consumimos productos cárnicos o vegetales manipulados por trabajadores de esas industrias?

¿Se llevan a cabo en los mataderos las medidas preventivas de seguridad dictadas por la OMS y los Gobiernos centrales de cada país? ¿Quién vigila el cumplimiento de las mismas para garantizar la seguridad alimentaria? 

Como el tema del contagio entre animales y humanos ya ha quedado claro con numerosos informes de expertos en la materia, que concluyen que los animales de producción y las mascotas no transmiten el coronavirus, vamos a centrarnos en el consumo de alimentos, a pesar de el brote actual que está en boca de todos es en un matadero. 

Santiago Vega, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad CEU de Valencia, es claro al respecto: “Los animales no transmiten el coronavirus. No hay ningún caso de animal de producción que haya contagiado a un humano. La fuente del virus somos los humanos y, en el caso, del matadero de Alemania, los trabajadores se han contagiado entre ellos por falta de medidas preventivas de higiene y seguridad”. 

Cierto es que Vega explica que el virus puede pasar de un humano a un alimento, por ejemplo si no extremas las medidas de higiene al manipularlo. Es decir, si un trabajador contagiado de coronavirus (aún siendo asintomático) manipula un producto cárnico sin extremar la higiene puede pasar el virus al trozo de carne, pero igual que lo podemos pasar a cualquier superficie material que otra persona puede tocar. La diferencia que el trozo de carne luego lo ingerimos. No obstante, hemos de recordar que el virus en superficies solo permanece máximo 24 horas y en el caso de la carne o el pescado si lo cocinas bien, dejaría de estar activo.

El problema viene al comer pescado crudo por ejemplo, pero no solo con el coronavirus sino con cualquier otro patógeno como el anisakis. O incluso comiendo una manzana si no la lavas bien y alguien infectado en COVID-19 la ha tocado unas horas antes. 

Las máximas autoridades en seguridad alimentaria en Europa y España son EFSA y ACOESAN respectivamente y su postura es clara al respecto. Consideran que los brotes en la industria cárnica ,por ejemplo, son consecuencia de falta de seguridad laboral y no derivados de un problema de seguridad alimentaria. Es más, ACOESAN afirma que “no hay pruebas de que los alimentos sean vía de transmisión del coronavirus”.

http://www.aecosan.msssi.gob.es/AECOSAN/web/noticias_y_actualizaciones/noticias/2020/coronavirus.htm

Entonces, ¿qué problema hay en los mataderos de Alemania? Pues, tal y como afirma el catedrático en Sanidad Animal, el mismo que puede haber en una fábrica textil o en cualquier otra: las condiciones precarias laborales. 

En Alemania, muchos trabajadores de mataderos tienen contratos precarios y las condiciones son nefastas. Un trabajador asintomático debió contagiar al resto de trabajadores al no cumplir con las medidas preventivas de higiene, seguridad y distancia social.

SANTIAGO VEGA, CATEDRÁTICO SANIDAD ANIMAL

Vega asegura que “en la industria alimentaria se han reforzado las medidas higiénico-sanitarias pertinentes, que ya se llevan a cabo, al menos en Europa, para la prevención contra cualquier patógeno o bacteria en los productos alimentarios. Ahora, además, se acortan turnos de trabajo para que no haya aglomeración de operarios, se han puestos mamparas de separación entre los mismos, deben usar mascarilla, guantes y gel hidroalcóhólico. El problema viene cuando no se vigila el cumplimiento de estas medidas en algunos centros de producción”.

Así que Vega insiste en que es compretencia de riesgos laborales y no de Sanidad.” ¿Y si esto apareciera en una fábrica de automóviles? ¿Vamos a dejar de comprar coches?“.

“En estos próximos años vamos a vivir con focos de coronavirus en muchos sitios, unas veces será en mataderos, otras en supermercados y otros en una fábrica de zapatos. Donde haya personas, siempre puede haber brotes, no solo de coronavirus sino de gripe o hepatitis, por ejemplo. Así que si extremamos las medidas de higiene en todos los lados, tendremos menos probabilidad de contraer el virus y de expanderlo. En las playas o en las terrazas también lo podemos coger”, apunta Vega.