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sábado, 2 diciembre 2023

La Comunitat Valenciana sigue entre las autonomías más endeudadas

La deuda del territorio valenciano llegó hasta los 55.031 millones en 2022 y equivale al 44% de su producción

Cataluña, con 84.327 millones de euros; la Comunitat Valenciana, con 55.031, y Andalucía, con 37.870 millones, concentran más de la mitad de la deuda autonómica, casi el 56 % del total, que en conjunto supera los 316.800 millones de euros, según un informe el BBVA hecho público este lunes con datos de 2022.

En términos de PIB, la Comunitat Valenciana sigue en cabeza, ya que su deuda equivale al 44% de su producción, por delante e Castilla-La Mancha y Cataluña (33 % ambas) y Murcia (32 %), mientras Navarra (14,1%), Canarias (13,8 %), País Vasco (13,7 %) y Madrid (13,5 %) son las comunidades con una ratio menor.

El informe destaca asimismo que las comunidades más endeudadas (Cataluña y la Comunitat Valenciana) triplican el nivel de deuda per capita de las menos endeudadas y que. cuando el análisis se hace en términos de PIB, las diferencias son mayores y además aparecen en el grupo de mayor riesgo regiones como Murcia y Castilla-La Mancha, que tienen un menor nivel de PIB.

El observatorio refiere que las cifras cambian cuando se mira el volumen de la deuda de cada comunidad sobre el total: Cataluña (26,6%), la Comunidad Valenciana (17,4%) y Andalucía (11,9%) concentran el 56% de la deuda autonómica. En términos de deuda per cápita, las comunidades más endeudadas (Cataluña y la Comunidad Valenciana) triplican el nivel de deuda de las menos endeudadas.

El informe apunta que los instrumentos utilizados por las comunidades autónomas para financiarse han evolucionado en función de las condiciones de los mercados. Entre 1995 y 2011, la emisión de valores fue ganando peso. En ese periodo, de media, la emisión de valores representaba un 47% del total de la financiación, frente al 53% de los préstamos. No obstante, el cierre de los mercados en 2012, provocado por la crisis financiera, y la entrada en vigor de mecanismos de liquidez, como el Fondo de Liquidez Autonómico (FLA), restó peso a estos instrumentos de financiación.

Algunas de las comunidades más endeudadas, como Murcia, Castilla-La Mancha o la Comunitat Valenciana en menor medida, tienen una estructura de gasto más rígida, con un peso del gasto de funcionamiento por encima de la media. Asimismo, algunas comunidades como Madrid, Cataluña o Murcia mantienen niveles muy reducidos de gasto de capital.

Indica el informe publicado hoy que las crisis de los últimos quince años se han saldado con un fuerte incremento del endeudamiento autonómico y han condicionado también su estructura y, concretamente, que el deterioro del saldo fiscal durante la crisis financiera fue el principal causante del incremento de la deuda autonómica entre 2008 y 2022.

Facilitar liquidez

El FLA, explican en BBVA Research, forma parte de los mecanismos que el Gobierno central creó en 2012 para facilitar liquidez a las comunidades autónomas en un momento de cierre de los mercados financieros.

Actualmente, el FLA representa casi el 59% de la deuda autonómica, frente al 14% de los valores emitidos en el mercado. A partir de 2020, algunas de las comunidades recurrieron de nuevo a las instituciones financieras para captar financiación y los préstamos ganaron peso hasta representar el 27% del endeudamiento autonómico.

En cuanto a los costes de financiación, dice el informe, los mecanismos de liquidez han reducido el coste de la deuda autonómica. Aquellas comunidades que nunca han recurrido a la financiación del FLA, y que, por tanto, se financian directamente en mercado, registran un mayor tipo implícito de su deuda. Mientras que, en general, las comunidades con mayor nivel de deuda y mayor dependencia del FLA tienen un coste de la deuda reducido.

Así, concluye el observatorio, el FLA permitió el acceso a la financiación en un momento de cierre de los mercados y, además, a unas condiciones muy favorables. En su ausencia, las comunidades habrían tenido que asumir un coste promedio adicional de más de 1 punto porcentual, lo que habría situado su endeudamiento 2 puntos porcentuales del PIB por encima del nivel registrado en 2022.