Las líneas de autobús 24 y C-6 de La Alcoyana han sufrido durante la mañana un corte temporal de servicio en el transcurso de la huelga que mantienen los trabajadores y que han retomado este viernes. Según ha informado el Comité de Empresa alrededor de las 11 de la mañana, las dos líneas permanecían sin circular debido a razones sobrevenidas de salud y «un intento de agresión». Pasadas las 12 de la mañana, las mismas fuentes han informado de que un SAMU ha atendido a un conductor que sufría una crisis de ansiedad y ha parado el vehículo en la Plaza del Mar. La jornada ha retomado la normalidad con la entrada del turno de tarde.
Los autobuses interurbanos de Automóviles La Alcoyana circulan este viernes con servicios mínimos del 80% en horas punta, una resolución de la Conselleria de Movilidad que los sindicatos critican por considerarla “extraña e injustificada” y que, además, “contradice la resolución oficial ya publicada”. Tras enviar un comunicado Grupo Vectalia en que habla de «normalidad» en el transcurso de la jornada de huelga, el comité de empresa ha informado del corte de servicio en las dos líneas.
La línea 24, que une Alicante con San Vicente del Raspeig, según fuentes sindicales ha sufrido una interrupción temporal durante la mañana porque varios trabajadores han sufrido crisis de ansiedad mientras que el autobús del aeropuerto se ha paralizado por un «intento de agresión».
En total, cinco conductores se han desplazado a la mutua para recibir asistencia médica. Además, una ambulancia con servicio de atención médica urgente ha atendido en la Plaza del Mar a un conductor que sufría una crisis de ansiedad. Representantes del Comité de Empresa explican que ha ocurrido «por la situación que se está viviendo y, sobre todo, por cómo increpan los usuarios».
La normalidad se ha retomado a primera hora de la tarde con el cambio de turno.
En un primer comunicado este viernes, los representantes de la plantilla anunciaban un proceso de denuncias formales contra la empresa con el objetivo de fiscalizar y supervisar la gestión de la línea del aeropuerto, explotada por el grupo Vectalia desde hace más de 13 años. El Comité se pregunta “cómo es posible que durante 13 años no se haya convocado una licitación pública” y advierte que trasladará la situación a partidos políticos y organismos competentes.
Los trabajadores inciden en que la línea del aeropuerto transporta a más de un millón de pasajeros al año con un billete de 4,60 euros, lo que, a su juicio, garantiza beneficios sin que se produzcan mejoras en autobuses, tecnología o calidad del servicio. “Reiteramos nuestra firme voluntad de defender nuestras condiciones laborales y de denunciar públicamente unas irregularidades que afectan al conjunto de la ciudadanía”, concluye el Comité.
Grupo Vectalia alerta de ‘costes inasumibles’
Pasadas las 10:30 horas, Grupo Vectalia informaba que la huelga transcurría sin incidentes destacables y los servicios mínimos habían salido con normalidad. Asimismo, se disculpaba por las molestias que esta protesta pueda ocasionar a los usuarios del transporte público.
La empresa recuerda que mantiene abierta la vía del diálogo con los representantes de los trabajadores, y ya están en vigor varias de las medidas que formaban parte de su plataforma de reivindicaciones inicial.
Justifica que atender todas las peticiones sindicales «supondría un incremento de costes inasumible para la viabilidad de la empresa«, dejándola fuera del mercado de transporte de viajeros por carretera de la provincia de Alicante y «poniendo en riesgo su supervivencia».
Recuerda que las actuales condiciones salariales de la plantilla de conductores de los dos centros de trabajo en los que se ha convocado la huelga se basan en convenios colectivos que están vigentes hasta final de este año, y precisa que todos ellos contemplan mejoras laborales respecto a las condiciones fijadas en el convenio provincial del sector.
Los trabajadores aseguran que la empresa no está en peligro
En su propio balance del inicio de jornada, los trabajadores han acusado a la dirección de Vectalia de haber actuado de manera “deplorable y claramente represiva”. Según explican, el Comité de Huelga solo ha podido acceder a su sala a través de un pasillo vallado y se les ha obligado a firmar un documento que califican de “represivo e ilegal”, en el que se advertía de sanciones disciplinarias si se sobrepasaban determinadas condiciones. A su juicio, se trata de “una amenaza inadmisible en pleno ejercicio de un derecho fundamental”.
También denuncian que la empresa ha modificado de forma unilateral los servicios mínimos sin comunicarlo previamente al Comité, lo que, según aseguran, ha impedido controlar su cumplimiento y detectar deficiencias en los autobuses. Subrayan que el malestar entre los usuarios ha sido evidente y recuerdan que la línea 24 permanece sin servicio, con más de cinco conductores atendidos en la mutua tras sufrir ataques de ansiedad.
En paralelo, critican el comunicado difundido por Automóviles La Alcoyana a los medios de comunicación, que consideran “falaz y plagado de mentiras”, en el que la compañía responsabiliza al Comité de poner en riesgo la viabilidad de la empresa. Frente a ello, sostienen que la realidad es bien distinta y aportan cifras para defender su postura.
Explican que Automóviles La Alcoyana mantiene un contrato de emergencia (CE-705) con la Generalitat Valenciana, que garantiza un equilibrio económico de unos 5 millones de euros, con beneficio industrial incluido, y que desde junio incluso se ha ampliado. A este contrato se suma la explotación en régimen de riesgo y ventura de la línea C-6 entre Alicante y el aeropuerto, con más de un millón de pasajeros al año que abonan un billete de 4,60 euros. “Cualquiera puede calcular el beneficio neto que supone este negocio paralelo, completamente al margen del contrato de emergencia”, remarcan.
El Comité se pregunta por qué esta línea no se integra en el contrato de emergencia para reducir la aportación pública y concluye que “la empresa engorda así sus beneficios privados mientras se presenta como víctima ante la opinión pública”. A su juicio, lo que ocurre “no es un problema de viabilidad económica, sino un caso de avaricia subvencionada con dinero de las administraciones”.
“Automóviles La Alcoyana no es una empresa en peligro: es un negocio millonario disfrazado de víctima”, sentencian los representantes de la plantilla, que aseguran que seguirán denunciando públicamente estas prácticas y defenderán sus derechos laborales en todos los foros posibles.
