La Unió de Llauradors advierte que es necesario acometer ya las obras pendientes en infraestructuras hídricas, junto a la puesta en marcha del trasvase Júcar-Vinalopó. En un escenario de cambio climático, el convenio de trasvase entre cuencas firmado hace 72 horas garantiza agua durante los próximos 10 años para 20.000 regantes alicantinos pero para optimizar el oro líquido en un futuro señalan la necesidad de implementar los proyectos ya apalabrados que mejoren la eficiencia del uso hídrico.
Entre estas obras, las del postrasvase en el margen izquierdo de la conducción, licitadas el pasado febrero por la Generalitat Valenciana y retrasadas por la presentación de un recurso contra el pliego de condiciones. Unas obras que también el presidente de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l’Alacantí y el Consorcio de Aguas de la Marina Baja, Ángel Urbina, señalaba como prioritarias durante la firma del convenio el pasado martes, 17 de octubre.
La reparación de las filtraciones del embalse de San Diego, en Villena, que permita almacenar el agua trasvasada ya que en sus condiciones no es viable; las mejoras y ampliaciones en depuradoras para reutilizar el agua de riego; o las inversiones también previstas en plantas fotovoltaicas son actuaciones indispensables para el futuro del riego en la provincia, señala Alberto Travé, delegado en Alicante de la Unió de Llauradors.
“Dentro de 10 años cuando el acuerdo, que no sabemos si se va a prorrogar o no, imagínate que no se prorroque, que todas estas inversiones que se puedan ir haciendo ahora”. El objetivo de actuaciones ya anunciadas por diferentes Administraciones es que se complemente a las aguas procedentes del trasvase y dar un respiro a los acuíferos, subraya.
En este sentido se trata de lograr una gestión eficiente para aprovechar el mayor volumen de agua sin pérdidas. En el caso de las obras en las depuradoras “lo que se intenta en este caso es que las depuradoras no solamente las del Vinalopó sino también la depuradoras, por ejemplo de Alicante la de Monte Orgegia y la de Rincón de León el grado de depuración que se efectúe sea el terciario para que esas aguas depuradas puedan ser reutilizadas al cien por cien. Y una vez que eso sea así sobre todo que esas aguas puedan llegar a los destinos en donde se puedan reutilizar Si hace falta una pequeña canalización que se haga para que esas aguas sean reutilizadas al cien que no se pierdan. Y si no se pierde, pues estamos haciendo un ciclo cerrado, una reutilización perfecta del uso del agua. Primero la consumimos, de consumo humano, luego ese agua se reutiliza porque puede ser perfectamente reutilizable para para la agricultura”.
