Torrevieja vivió una de las citas más significativas de sus Fiestas Patronales con la celebración de la Magna Ofrenda de Flores a la Purísima Concepción. Un auténtico río humano, formado por más de 4.000 personas, recorrió la calle Caballero de Rodas tras concentrarse en la plaza de Oriente.
Hasta 95 asociaciones locales, junto a representantes de colectivos de residentes internacionales procedentes de países como Rumanía, Polonia, Reino Unido o Hispanoamérica, participaron en este emotivo homenaje a la Patrona, llenando las calles de color, fe y devoción.
La música volvió a tener un papel protagonista con la tradicional Entrada de las Bandas en los alrededores de la plaza de la Constitución. Siete formaciones musicales arroparon con sus notas el ambiente festivo, atrayendo a numeroso público y reforzando el carácter solemne y emotivo de uno de los actos más señalados de las fiestas.
El ambiente más lúdico llegó de la mano de la primera charamita, con el esperado regreso de Lily, el Lobo y el Ogro. Su salida desde el antiguo Ayuntamiento desató la ilusión de niños y adultos, que formaron un animado séquito tras los gigantes y cabezudos, convertidos ya en una de las imágenes más queridas de las fiestas de Torrevieja.
La juventud de la Parroquia de la Inmaculada también tuvo su protagonismo con la celebración de la tradicional Línea de Monedas, bajo el lema “Una Navidad compartida”. La recaudación fue destinada íntegramente a Cáritas Parroquial, reforzando el componente solidario que acompaña cada año a las Fiestas Patronales de Torrevieja.
