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viernes, 29 marzo 2024

Una tormenta solar golpeará la Tierra este martes

La llamarada, detectada con un modelo de predicción de la NASA, podría ocasionar problemas de radio y GPS

Este martes una tormenta solar podría impactar con la Tierra. Así lo advierte un modelo de predicción de la NASA aplicado por la científica Tamitha Skov, quien compartió a través de redes sociales la previsión de este “golpe directo“.

Tal como ha avisado la experta, este “filamento con forma de serpiente” proveniente del Sol podría ocasionar interferencias en las señales de radio y GPS.

Asimismo, la conocida como ‘Mujer del clima espacial’ se ha aventurado a predecir la dirección y fuerza del impacto, atendiendo a la orientación de la llamarada.

Las llamamos tormentas solares, pero en términos científicos es más correcto decir tormentas geomagnéticas. Se trata de un aumento brusco de las partículas emitidas en las erupciones del Sol que alcanzan nuestra magnetosfera y provocan perturbaciones del campo magnético de la Tierra.

Cada vez que se anuncia una tormenta solar se disparan los temores y las suposiciones más alarmistas. Nos gusta temer a las amenazas exteriores, mientras vamos acabando solitos con el planeta.

Cuenta en redes sociales la científica y asesora de la NASA Tamitha Skov que hay en el sol “un filamento en forma de serpiente lanzado como una gran tormenta solar” y que está “en la zona de impacto con la Tierra“. Según ella, “los usuarios aficionados de radio y GPS esperan interrupciones de la señal en la parte de la Tierra en que sea de noche“.

Ya el pasado 3 de julio una tormenta solar impactó sobre nuestro planeta y provocó un apagón momentáneo de las ondas de radio, aunque sólo sobre el Atlántico. Pero ya lo ha dicho la NASA otras veces, ante otras tormentas: “Aquí, en la Tierra, estamos protegidos de la radiación de las llamaradas por nuestra atmósfera, aunque pueden afectar a las señales de comunicación“.

Efectivamente, una tormenta geomagnética puede provocar que toda nuestra red de comunicaciones y energía quede fuera de servicio. El gran problema de una tormenta de este tipo es que tiene un carácter global y que comienza “simultáneamente en todos los puntos de la Tierra“, explica el Instituto Geográfico Nacional (IGN).

Fuerza moderada

¡Pueden ocurrir condiciones de nivel G2 (posiblemente G3) si el campo magnético de esta tormenta está orientado hacia el sur!“, ha alertado Skov en un tuit en el que hace referencia a la escala mediante la cual se mide la fuerza de estos fenómenos, cuya potencia se ordena del uno al cinco. Así pues, estaríamos ante una tormenta de fuerza moderada.

Pese a que la científica ha utilizado un modelo de predicción de la NASA, ella misma reconoce que “la orientación magnética de esta tormenta solar dirigida a la Tierra va a ser difícil de predecir“.

Uno de los efectos provocados por las tormentas solares es la aparición de auroras. Estos fenómenos son provocados por la interacción entre las partículas despedidas por el Sol con las moléculas de la atmosfera concentradas entre los 95 y los 750 kilómetros de altura, donde la densidad es suficiente para hacer apreciable esta radiación luminosa.

Además, a las llamaradas provenientes del astro se añaden los rayos X que las acompañan. Si bien es cierto que normalmente estos rayos suelen absorberse en la primera capa de la atmosfera, en caso de contar con la energía suficiente para distorsionar la ionosfera, se podrían generar interferencias en la propagación de las ondas de radio.

También, las partículas que componen este filamento viajan a velocidades de entre 300 y 1.000 kilómetros por segundo, motivo por el cual pueden registrarse daños en los sistemas de comunicaciones, redes de distribución eléctrica y otros equipos.

En la Tierra estamos protegidos de la radiación de las llamaradas por nuestra atmósfera, aunque pueden afectar a las “señales de comunicación“.

No obstante, la experta reconoce que “la orientación magnética de esta tormenta solar dirigida a la Tierra va a ser difícil de predecir“. Para hacernos una idea de la inmediatez de sus consecuencias una vez esas llamaradas extraordinarias tengan lugar en el Sol, la luz tarda 8 minutos en llegar a la Tierra desde nuestra estrella.