A la 1:00 de la madrugada estaba prohibido circular o permanecer en la calle, primer día de toque de queda debido a la expansión de la Covid-19 en la Comunidad Valenciana.
La medida, que será de aplicación el resto de días hasta el 9 de diciembre de la medianoche a las 6:00 de la madrugada, ha trascendido sin incidentes reseñables. Sólo un incremento del tráfico entre la medianoche y la 1 de la madrugada que mostraba cómo la gente apuraba la última hora antes del toque de queda instaurado.
El primer toque de queda desde el 23-F
Para muchos territorios hace mucho muchas décadas que no se implantaba el toque de queda, pero en Alicante el recuerdo no es tan lejano. El 23 de febrero de 1981, Jaime Milans del Bosch, capitán general de la región militar de Valencia dictaminaba el toque de queda en València, Castellón y Alicante después que Tejero diera el golpe de estado en el congreso. Milans del Bosch asumió en el bando todo el control de funciones, administrativas, militares y judiciales del territorio valenciano.
Artículo 6º- Se establece el Toque de Queda desde las veintidós una a las siete horas, pudiendo circular únicamente dos personas como máximo durante el citado plazo de tiempo por la vía pública y pernoctando todos los grupos familiares en sus respectivos domicilios.
En el entorno del Cuartel Militar de Rabassa, inscrito dentro de la III Región Militar (la misma que incluía la ciudad de Valencia rodeada por los tanques sublevados), estuvo especialmente vigilado. No existe ningún documento gráfico o escrito que demuestre algún movimiento extraño, pero muchos vecinos del barrio de Los Ángeles recuerdan haber visto tanquetas patrullando por las calles del entorno del Cuartel.
Lassaleta y su grupo de gobierno municipal permanecieron en el Ayuntamiento atentos a las noticias hasta las 21:00, y los partidos políticos pusieron a salvo sus archivos y documentos ante el temor de que fueran incautados o destruidos.
Es conocida la anécdota de que el que hasta hace poco fuera alcalde de la ciudad de Alicante, Luis Díaz Alperi, entonces presidente de la Diputación Provincial, acudiera a pie desde el palacio provincial hasta el Gobierno Civil en la Plaza de la Muntanyeta, para ponerse a disposición de la nueva autoridad en caso de que hubiera cambios y se requiriera de sus funciones… También contactó con el Gobernador Militar, y por suerte, el General al mando en la ciudad permaneció fiel al Rey y a la Constitución, y no hubo alzamiento militar en la provincia.
Puig pide un “patriotismo responsable, solidario y fraterno”, y subraya que “en esta causa” los jóvenes tienen “un papel crucial”
A diferencia de lo ocurrido en 1981, este toque de queda se ha declarado para evitar un confinamiento absoluto como en marzo ya instancia de las comunidades autónomas, que esperan de esta forma evitar los principales focos de contagio producidos a altas horas de la noche en fiestas ilegales, botellones o reuniones particulares.
El presidente Puig, lejos de las palabras de Milans del Bosch ha asegurado que “ésta es, si me lo permiten, la hora del patriotismo cívico: El patriotismo de los valores que nos hermanan”, ha aseverado el titular de la Generalitat, que ha apelado a “la responsabilidad de una sociedad madura que asume sus obligaciones, la solidaridad con quien puede caer enfermo o perder la vida y la fraternidad de quien no es indiferente con la salud y en la situación económica y laboral de sus vecinos y vecinas. Es la hora de ese patriotismo responsable, solidario y fraterno “.
