El joven de Agost que se había encerrado en su vivienda desde la noche del martes se ha quitado la vida este jueves. Durante unas 36 horas psicólogos de la Guardia Civil y especialistas en negociación intentaron convencerle para que depusiera su actitud. Sus padres, su hermano y otros allegados también colaboraron en los intentos de diálogo, sin éxito.
Tras escuchar la detonación, los agentes han entrado al domicilio, mientras los familiares pedían a gritos asistencia médida. Numerosos vecinos que se habían desplazado a los alrededores de la vivienda en la calle Fermín Sánchez no han ocultado su consternación al conocer la defunción.
El alcalde de la localidad, Juanjo Castelló, señaló que la conducta del joven estaría vinculada a un “brote psicótico” que le generó un fuerte miedo a ser agredido, pese a no tener amenazas ni conflictos conocidos.
El primer edil ha trasladado sus condolencias a la familia, deseándoles «lo mejor en nombre de todo el pueblo» y ha pedido «tranquilidad» a los medios de comunicación para ayudar «a que pase un poco todo esto» para los allegados. También ha ofrecido su ayuda en lo que puedan precisar
El dispositivo de seguridad desplegado en la calle Fermín Sánchez, donde residía, mantuvo la zona acordonada y cortada al tráfico, aunque no hubo rehenes ni daños a otras personas. La familia del fallecido, según diversas fuentes, tiene tradición cinegética, lo que explicaría la presencia de varias armas en el domicilio. Es con una de estas armas con las que se ha quitado la vida.
