El centenario de Pedro Zaragoza es una oportunidad única para poner de relieve nuestro pasado y para reivindicar la figura histórica de los vecinos que contribuyeron a que Benidorm sea el innegable referente turístico y urbanístico que es hoy. Los actos a desarrollar por el Ayuntamiento serán una excelente ocasión para recordar nuestro pasado y para dar a conocer a los más jóvenes los momentos más significativos de nuestra historia más reciente.
2022 va a ser un año especial por diversas efemérides. No solo coinciden los últimos actos de la celebración del año Pere Maria Orts i Bosch, amb la seua “característica llibertat de criteri, que el feien una personalitat molt singular, de difícil adscripció a categories convencionals” según el catedrático Rafael Alemnay, con los primeros eventos del centenario de Pedro Zaragoza, sino que en mayo ha sido el centenario del nacimiento de José Manuel Reverte Coma, en octubre será el 150 aniversario del nacimiento de Manuel Orts Cano y en noviembre el 50 aniversario del fallecimiento del marino Julio Guillén Tato, vecino primero de la calle Santa Faz nº 56 y más tarde de la Almafrá (donde se realizó su sepelio).
Manuel Orts Cano nació el 26 de octubre de 1872, por lo que este año se cumple el 150 aniversario de su nacimiento. Orts fue alcalde de Benidorm a inicios del s. XX y presidente de la Diputación Provincial entre 1914 y 1915, además de senador, diputado a Cortes y abogado. Sin embargo, Orts no solo tuvo relevancia política, y me explico: el 12 de enero de 1919 fue Orts quien recibió al famoso pintor valenciano Joaquín Sorolla y al destacado pintor alicantino Emilio Varela en Benidorm, quien les acompañó en un paseo por la villa, quien les invitó a comer y quien les llevó hasta el trenet camino de Denia para proseguir con su viaje por tierras alicantinas. Pere Maria Orts i Bosch ya estudió su figura, como consta en el legado depositado por Pere Maria Orts en la Biblioteca Valenciana.
No voy a descubrir ahora la figura de Julio Guillén Tato, uno de los pioneros de la aeronáutica naval, académico de la RAH y de la RAE e hijo adoptivo de Benidorm desde noviembre de 1959, pero sí que quiero recordar algunas de sus palabras sobre Benidorm, recogidas con acierto por el profesor Paco Amillo y recordadas por Quico Zaragoza Ivars hace unos años: “Al pueblo claro y recogido que cantó Gabriel Miró, con casas volcándose en los cantiles de color limón casas con lonas de falucho y cortinas de xarsia que buza en el azul del mar fenicio, cortando playas de maravilla desde el Rincón de Loix a la Caleta, con escenografía de luz y paisajes griegos y hasta el lujo de una isleta enfrente…”. Guillén Tato no solo orientó a Pere Maria Orts en sus investigaciones, sino que ayudó a Pedro Zaragoza en los primeros años de este como Alcalde para beneficio de Benidorm y sus vecinos y se encargó de la dirección de la pavimentación del Carreró dels Gats y del diseño de los uniformes de la guardia municipal por mencionar dos ejemplos.
Finalmente quiero recordar a José Manuel Reverte Coma, alcalde entre 1971 y 1973 y experto antropólogo forense. Nacido el 22 de mayo de 1922 en Lisboa (su padre trabajaba en la capital portuguesa como gerente de seguros), fue el impulsor del IES Vasco Núñez de Balboa, de la biblioteca municipal Gregorio Marañón (en su discurso de toma de posesión afirmó que “me preocupa la inexistencia en Benidorm de centros de cultura, museos y bibliotecas públicas”) y del servicio de bomberos municipal, entre otras iniciativas. Durante su mandato y a instancias de Pedro Zaragoza, por entonces director general de Empresas y Actividades Turísticas, Reverte solicitó la declaración de zona de riesgo catastrófico para Benidorm tras la inundación de octubre de 1971.
Tres nombres que han pasado a la historia de Benidorm con letras mayúsculas y que conviene recordar, tener presentes en este 2022 tan especial para todos los vecinos de Benidorm.
Rubén Martínez
Profesor de Derecho Administrativo en la Universidad de Alicante
Portavoz del Grupo Municipal del PSPV-PSOE de Benidorm
