Desde hace unos días las previsiones apuntan al mantenimiento de las condiciones meteorológicas de estabilidad pero también remarcan el calor que vamos a sufrir de cara al fin de semana.
Ya hace unos días que los termómetros están apretando y si van cumpliéndose las previsiones estamos a las puertas de la primera ola de calor del 2022 que podría llegar a tener el dudoso honor de ser la más temprana desde que tenemos registros. Hasta ahora, y según Aemet, la ola de calor más ‘tempranera’ había sido la que empezó el 11 de junio del año 1981. ¿Empezará esta antes? ¿Nos afectará a nosotros?
Empezará afectando el sur y en centro de la Península viernes y haciendo que las temperaturas se ensartan por encima de los 40 grados a muchos observatorios del centro y la parte más occidental de Andalucía y también a municipios extremeños y del centro peninsular.
Pero solo será el inicio de la entrada de una masa de aire muy cálida que nos afectará a nosotros de pleno entre sábado y domingo pero no tocará techo hasta muy entrada la semana que viene.
Lunes la isoterma de los 25 grados tocará el interior de la Comunitat Valenciana pero jueves nos abrazará de pleno lo cual quiere decir que la ola de calor muy bien se dejará sentir toda la semana que viene.
Hoy puede ser hará más calor a la costa que en las comarcas centrales donde las temperaturas marcarán dos o tres grados menos que ayer. De todas maneras, del sol y del calor no nos libra nadie.
Mañana viernes empezará el ascenso progresivo y continuado de las temperaturas. Lo notaremos más en el interior que a la costa. El viento soplará flojo de siroco haciendo subir la sensación de basca al litoral y prelitoral.
El mapa para el fin de semana y el inicio de la semana que viene nos invita a adentrarnos en el mar o echarnos de hacia la piscina porque cada día que pasa hará más calor. Despacio irá manifestándose la ola de calor que todo indica que será a mediados de la semana que viene cuando llego a tocar techo.
Además del calor comentar también que tanto domingo como lunes podría llegar a cuajar alguna tormenta en las montañas del norte.
