El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha convocado un Consejo de Ministros extraordinario este viernes para decretar el estado de alarma en la Comunidad de Madrid ante el avance de la pandemia.
A su regreso de Argel, Sánchez ha planteado a la presidenta de la comunidad tres opciones en dos conversaciones telefónicas: que la comunidad organice medidas especiales en materia de salud pública, que la solicite al Gobierno o que sea Moncloa quien la imponga sin necesidad de una solicitud previa. Isabel Díaz Ayuso, por su parte, ha pedido tiempo, un plazo que expirará el viernes durante el Consejo de Ministros.
Moncloa responde así a la decisión del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de levantar el confinamiento perimetral y otras medidas restrictivas contra la COVID-19 que hasta el jueves se aplicaban en la comunidad bajo orden del Ministerio de Sanidad. Pero en cualquier caso, desde Moncloa insisten en que esta alternativa supondría un cambio del mecanismo legal, pero no de las medidas que hasta ahora estaban en vigor.
Se trata de la tercera declaración del Estado de Alarma en España: el primero se hizo en diciembre de 2010 para normalizar el servicio público de transporte aéreo. El segundo se declaró el 14 de marzo de 2020 por la crisis sanitaria del coronavirus y duró hasta el 21 de junio de 2020.
Desde el Ejecutivo llevan días advirtiendo de la “preocupante” situación que atraviesa Madrid y Sánchez ya había avisado que “todos los instrumentos y medidas están sobre la mesa”, mientras que la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, busca el pacto de medidas “sensatas y justas y ponderadas” y se opone a cualquier fórmula de confinamiento.
El varapalo judicial a la estrategia del Gobierno en Madrid ha sumido en la incertidumbre a los millones de habitantes que no podían salir de sus municipios por la mañana y por la noche han recuperado la libertad de movimientos. Ayuso, que ha mantenido las limitaciones de la movilidad en 45 zonas básicas de salud, ha instado a los madrileños a no abandonar la comunidad ante la proximidad del puente del pilar, una recomendación en la que coinciden Sanidad y el alcalde de la capital.
