La Policía Nacional ha detenido a siete personas —cinco hombres y dos mujeres— en Alicante tras sorprenderlas in fraganti mientras intentaban cometer robos en viviendas y embarcaciones. Las detenciones se enmarcan en la Operación Levante, un dispositivo especial desplegado en verano para reforzar la seguridad.
Detenciones in fraganti gracias a testigos y alarmas
Las actuaciones se desarrollaron durante la última semana de julio. En la primera intervención, un testigo alertó de la presencia de dos individuos en varios barcos. Una mujer trató de escapar lanzándose al mar, pero fue arrestada junto a su acompañante.
En otro caso, un matrimonio fue sorprendido intentando robar en un chalet tras saltar la alarma del inmueble. La mujer fue localizada cerca del lugar y el hombre escondido en el jardín, sin llegar a sustraer ningún objeto.
Un tercer detenido, de 52 años, fue arrestado al intentar forzar la puerta de un piso con herramientas para la técnica del “resbalón”.
Ese mismo día, por la tarde, una pareja de 20 y 27 años fue sorprendida dentro de una vivienda con la cerradura forzada. La Policía intervino gracias al aviso de un vecino que observó luces encendidas en la casa.
La última actuación ocurrió de madrugada días después, cuando dos hombres de 35 y 52 años fueron detenidos tras ser descubiertos por un testigo forzando la puerta de una vivienda.
Prevención y colaboración ciudadana
A todos los detenidos se les imputan delitos de robo con fuerza, hurto y allanamiento de morada en distintos grados. Tras su arresto, fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de Alicante.
La Policía Nacional subraya que los arrestos fueron posibles por la rápida intervención de las patrullas y la colaboración ciudadana. Asimismo, recuerda la importancia de avisar de inmediato al 091 ante movimientos sospechosos y adoptar medidas de prevención, como asegurar puertas y ventanas, evitar publicar ausencias en redes sociales y pedir a vecinos que vigilen las viviendas durante las ausencias.
La institución recalca que la cooperación entre ciudadanía y agentes resulta esencial para garantizar la seguridad y proteger el patrimonio, especialmente en épocas de mayor movilidad como el verano.
