Piden 16 años de prisión un delito de depósito de armas y municiones de guerra y otro de tenencia de explosivos para un hombre, trabajador de una armería de Ondara, que tenía en casa un taller especializado en la manipulación de armas de fuego, además de numerosas armas para las que no disponía de permiso por considerarse prohibidas.
En concreto, en el registro domiciliario realizado en abril de 2015 se localizaron ocho fusiles o subfusiles, una pistola y una escopeta, junto a diferentes accesorios, además de más 17.700 cartuchos de diferentes calibres.
En las instalaciones también se encontraron armas susceptibles de ser rehabilitadas, como dos pistolas ametralladoras, un subfusil y un fusil de asalto tipo Kalashnikov.
