Las consecuencias del Brexit, con la salida del Reino Unido de la Unión Europea, están afectando el mercado inmobiliario español. Según el periódico británico Mirror, los jubilados del Reino Unido que eligieron España como su nuevo hogar, están abandonando la Costa del Sol “en masa” por las reglas de inmigración más estrictas que impone el brexit y al mayor coste de los gastos de atención médica.
Esa información no coincide exactamente con la que muestran varias fuentes del sector inmobiliario español, que apuntan a una tendencia de “goteo” en las ventas de casas, pero no en masa. Sí que se evidencia con claridad que los británicos están dejando de comprar viviendas en España.
Una situación que está llevando a muchos británicos a tomar la drástica y dolorosa decisión de vender sus casas en las playas del litoral de la Comunitat Valenciana y especialmente en la provincia de Alicante.
“No solo han caído las compras, los que ya tenían vivienda están vendiéndolas por miedo a la incertidumbre y porque no les interesa estar solo por periodos de tres meses”, explica Marta Mondéjar, agente de Vilahome Inmobiliaria.
La compra de vivienda en España por parte de los británicos se desploma
Según los datos oficiales del Colegio de Registradores, los británicos, que tradicionalmente han liderado de forma muy destacada la compra de casas en España, continuaron en primera posición en el segundo trimestre de 2021, pero registraron un hundimiento y un mínimo histórico al suponer el 9,5% de las compras totales, con los alemanes pisando los talones por primera vez (9%).
La progresiva caída viene de lejos y no se debe sólo al Brexit, pero sin duda la salida de la Unión Europea ha acelerado el hundimiento.
A esto se suma, además, una tendencia de venta de sus viviendas por parte de británicos, seguramente jubilados, que están empezando a detectar diferentes agentes del sector inmobiliario español.
Los británicos dejan los campings
La marcha de los británicos también está afectando los campings de la costa, donde muchos residían, incluso de manera permanente.
Sin embargo, la limitación de estancia ha provocado, igual que con las viviendas, que vendan sus caravanas porque ya no los sale rentable pagar durante todo el año la parcela para dejarla de manera fija.
“La mayoría estaban en estancias de más de cinco meses y con la actual legislación ya no pueden hacerlo y deciden volver a su país. Para nosotros es un problema porque estamos perdiendo a buenos clientes, que nos garantizaban ocupación durante todo el año”, explica la gerente de un camping.
