La Guardia Civil de Alicante detuvo a 19 personas involucradas en dos organizaciones criminales, a los cuales se le atribuye la autoría de 58 delitos de estafa que realizaron a través del internet.
Una de las víctimas de la estafa presentó la denuncia formal ante la Guardia Civil, donde explicó que había comprado una escopeta de caza a través de internet. El arma tenía un valor de 1.300 euros y nunca la recibió. Inclusive, el supuesto vendedor le envió fotografías del arma y una guía de pertenencia que le aportan credibilidad al anuncio.
El método de estafa digital es utilizado frecuentemente, no obstante, según afirma el equipo de Comparahosting, la policía especializada en delitos cibernéticos es capaz de identificar y ubicar a los ciberdelincuentes mediante el rastreo de las IP. ‘’Por lo general, los estafadores recurren al uso de VPN, pero si estas no están correctamente programadas se mostrará el IP real y los policías rastrearán su ubicación’’, advierten.
Otro de los casos que menciona la Guardia Civil se produjo por la compra de un perro por internet. La transacción con el supuesto vendedor acordó un pago de 250 euros, sin embargo, la mascota no fue entregada al comprador. En este caso, las autoras de la estafa le enviaron una factura falsa de un criadero de perros de la localidad de Madrid que no existe.
Las denuncias de este tipo se elevaron exponencialmente, a tal punto que conllevó a la creación de dos operaciones en la Guardia Civil que denominaron “Rehala” y “Grancan”. Los resultados que encontraron fueron dos patrones detectados y el desarrollo de operaciones, donde hallaron decenas de denuncias de estafas.
El patrón de los estafadores consiste en ponerse en contacto con vendedores reales y hacerse pasar por falsos compradores, a fin de usurpar la identidad. De esta manera obtenían más información sobre el producto, para luego comunicarle esa misma información a compradores y generar mayor credibilidad en las ventas.
La Guardia Civil informó que se trataba de dos grandes grupos criminales que se diferenciaban entre sí. Ambas organizaciones tenían un modo de operar estructurado y realizaban la estafa de manera similar a través de internet.
En el caso del grupo que se dedicaba a la venta de perros tenía ramificaciones en las provincias de: Sevilla, Asturias y Lérida. Ellos utilizaban una identidad falsa para dedicarse a captar miembros en internet, a quienes les ofrecían un puesto de trabajo como vendedores de perros con un porcentaje de ganancia por la venta de cada animal.
En el caso de los vendedores de escopetas estaba encabezada por dos personas de una misma familia que se aprovechaba de numerosos mendigos, para incluirlos en el grupo delictivo.
Hasta los momentos han sido detenidos catorce varones de nacionalidad española y un varón de nacionalidad boliviana, en edades entre los 21 y los 63 años. Así como otras cuatro mujeres de nacionalidad española de 21, 41, 46 y 47 años.
