GDV Mobility, con sede en Alicante, nació en 2021 con la meta de convertirse en una de las mayores distribuidoras y reparadoras de baterías de vehículo eléctrico, dando soporte a los talleres de reparación.
Sus dos años y poco de vida le han permitido abrir una fábrica, “a escala industrial, el 1 de febrero en Alicante”; alcanzar “una capacidad de producción para reparar 300 baterías diarias” que “podría llegar a 900 aumentando turnos”; y trabajar “con 25.000 talleres y 1.200 distribuidores”, dice el fundador y CEO, Germán Agulló. Solo estas últimas cifras suponen un incremento del 108,3% y del 50%, respectivamente, en tan solo seis meses.
Su actividad se centra en la reparación, recuperación y reutilización de baterías de patinetes, bicicletas y motocicletas eléctricas. Estas últimas ya son “el 70%” de su clientela, y de ese porcentaje “el 40% son de vehículos de alquiler” explica Agulló.
Nueva línea de negocio
A esta actividad la empresa añadirá en breve otra de fabricación de acumuladores solares con las celdas de las baterías que ya no sirven para vehículos o no cumplen los parámetros técnicos que se demandan, añade. “Son acumuladores que están al 80 o 90% de un acumulador nuevo de mercado y están homologados y certificados”, asegura.
La startup asegura haber facturado en su primer año medio millón de euros. En noviembre del año pasado, además, consiguió sumar al inversor Pablo Fernández, fundador de Clicars y Clikalia que adquirió el 16% de la empresa alicantina y se ha convertido en consejero de la misma.
Un elemento de valor de la compañía es el know how que tiene patentado para reparar y reacondicionar las baterías. También la reducción de costes de entre el 50% y el 80%, en función del tipo de vehículo, que supone reparar frente a comprar una batería nueva, o los tiempos que manejan para la recomposición de piezas, que son solo 72 horas en el 90% de los casos, según la compañía.
Becas para captar talento
En la actualidad emplea a unas 40 personas, casi el doble que hace seis meses, y para preparar su crecimiento con personal cualificado ha decidido ofrecer diez becas para formar en teoría y práctica a sus futuros empleados.
“El problema es que en toda la provincia de Alicante hay 9 alumnos para reparar placas eléctricas”, asegura, al tiempo que avanza que “esta va a ser una profesión del futuro”. Las becas se han conveniado con los centros de FP de la provincia y se han abierto “a otros centros que tengan la rama de electricidad”, explica.
Las becas tienen seis meses de duración, son remuneradas y tienen posibilidad de transformarse en contratos indefinidos. El objetivo es incrementar el número hasta 50 antes de finalizar el año. De momento la primera promoción comienza en abril y un 20% de las plazas ya está confirmado.