Más competencias, reconocimiento de especializaciones e implementar cauces de comunicación bidireccional de los despachos de farmacias con la atención sanitaria primaria y especializada son la vía para agilizar y mejorar la asistencia a los pacientes. Así lo pone de manifiesto la Sociedad Española de Farmacia Clínica, Familiar y Comunitaria, que celebra este miércoles una jornada profesional en Alicante en su ruta por distintas regiones españolas.
La SEFAC busca un reconocimiento y equiparación de la profesión farmacéutica a otros agentes sanitarios que, como médicos o enfermeros, tienen reconocidas especialidades que permiten ahondar en conocimientos y en competencias. Este objetivo posibilitaría mejorar la calidad en su atención diaria. Estas especializaciones podrían contribuir, por ejemplo, a «la cesación tabáquica para ayudar a la gente a dejar de fumar, a hacer seguimiento de los medicamentos que toman las personas que son polimedicadas, hacer ese acompañamiento de todos los servicios profesionales, porque lo que sabe un farmacéutico no reside solo en los medicamentos, sino en el conocimiento que acompaña cada dispensación o cada indicación», explica Gonzalo Adsuar, presidente de la Sociedad en la Comunitat.
Especialidades para mejorar los servicios
Un colectivo, numeroso, al que se podría ofrecer un plus de calidad a través de la especialización es el de pacientes polimedicados, a través del popularmente («mal») llamado servicio de pastillero. Se trata de un servicio reacondicionado de medicación que el farmacéutico prepara en su farmacia para que las personas personas mayores o dependientes puedan acceder a sus medicinas de la forma más sencilla posible o, en otros casos, se simplifique esta labor a los cuidadores.
«Requiere que haya una revisión del uso de la medicación que se prepare y se revise toda la medicación y se detecte cómo va con un seguimiento la persona. Eso simplifica mucho el manejo para personas muchas veces institucionalizadas o con manejo más reducido», señala Adsuar.

Dispensar para síntomas menores
Los profesionales de Farmacia ponen el foco también en la ampliación de sus competencias en casos de síntomas menores «que un farmacéutico puede resolver por sí mismo en la farmacia indicando un medicamento». Esta iniciativa supondría descongestionar el sistema de salud y reconocer a «un profesional sanitario que es accesible sin necesidad de cita previa y contar con una capacidad para mejorar los resultados en salud de las personas. Detrás del mostrador hay un farmacéutico y enfrente lo que tiene es una persona con un problema de salud».
Existe un manual consensuado con la comunidad médica referente a consultas frecuentes sobre síntomas menores que pueden atender los farmacéuticos. Sin embargo, desde SEFAC ponen como ejemplo el Reino Unido, «donde el farmacéutico es capaz incluso de dispensar medicamentos como pequeños antibióticos para infecciones de orina o infecciones de conjuntivitis en situaciones muy protocolizadas«.
Retos pendientes en la Comunitat
En el amplio apartado de cómo puede sumar este colectivo para la prevención y tratamiento de las enfermedades comunes y crónicas, desde la Sociedad explican la diferencia de protocolos en las distintas autonomías. Estas apelan nuevamente a la especialización y a la optimización de las nuevas tecnologías.
Una de las diferencias notables entre Comunidades es en la dispensación ante un cambio de formato, por ejemplo de comprimidos a cápsulas, en un contexto de urgencia. Requiere al paciente o al familiar recorrer farmacias, volver al centro sanitario o que el farmacéutico levante un teléfono a las 3 de la mañana. Es lo que ocurre en la Comunitat Valenciana, donde «hay que derivarlo forzosamente al médico para que sea el que lo cambie».
Asimismo, el País Vasco es la única región donde se permite a estos profesionales realizar tests de infecciones de transmisión sexual. La Comunidad de Madrid adecuó su nueva ley de ordenación farmacéutica, que ahora permite desarrollar servicios de nutrición dentro de la farmacia. Avances que funcionan y para los que se pide homogeneización territorial.
‘Estamos accesibles a la población pero no totalmente conectados al sistema’
A la hora de aliviar la presión de la red de salud pública, otro punto que subrayan es la mejora de los canales de comunicación entre despachos de farmacia y sanitarios clínicos. «Canarias, por ejemplo, está avanzando mucho en un sistema de comunicación bidireccional con atención primaria y farmacia comunitaria y se está mejorando muchísimo en la gestión de incidencias tanto logísticas como sanitarias», explica el presidente de la SEFAC en la Comunitat Valenciana. «Tenemos la ventaja de que estamos totalmente accesibles a la población pero la dificultad de que no estamos totalmente conectados al sistema».
La posibilidad de que el farmacéutico pueda notificar directamente al prescriptor de recetas, como ya han avanzado en algunos territorios nacionales permite mejorar el sistema, defienden desde la asociación. «Si desde la farmacia se habilita un cauce para que haya, a lo mejor, una prescripción condicionada a una urgencia o un tratamiento que es crónico y se ha acabado, que precisa de renovar, pues que el farmacéutico pudiese hacer una dispensación extra, de gracia, por llamarlo. Y que al mismo tiempo le genere una incidencia, un apunte al médico para que lo pueda ver y revisar. Con la tecnología que hoy tenemos es algo que nos extraña que todavía no esté».

Mayor capacidad de acción para urgencias y crónicos
Adsuar recuerda un caso reciente en su farmacia en Rojales con la dispensación de una cortisona ante una reacción alérgica de un usuario. «Yo no tenía el tamaño grande, tenía el pequeño. Entonces, en ese contexto yo no puedo sustituir uno por otro. Tengo que o mandar a la persona al médico o yo llamar por teléfono a las 3 de la mañana al centro de atención primaria para explicar la situación. Sin embargo, la solución con la tecnología que tenemos sería muy sencillo. Es decir, en un contexto de urgencia, se prorratea, se ve qué prestación es la que se va a financiar o no y se soluciona. Pero es un sinsentido que en el siglo 21 tengamos que trasladar este tipo de problemas por teléfono cuando podemos tener herramientas digitales interconectadas entre Atención Primaria y farmacia, que sería muy, muy sencillo».
Consultar la historia clínica
Según lo expuesto, el camino para agilizar la atención sanitaria requiere para estos profesionales la capacitación del colectivo y nuevos protocolos de cómo trabajar estructuradamente, tanto con Atención Primaria como con Atención Especializada. Otro paso adelante y cuyo debate está en el aire es acceder a la historia clínica. «La administración se muestra favorable a ello, pero con unas determinadas limitaciones», aclara. «Sería dar al farmacéutico algo de capacidad para discernir si una cosa está bien, si hay un posible error». Un avance «que sería productivo», eso sí «con una protocolización o un registro determinado acorde. Sería traducirlo en mejor salud y mejor prevención».
Implementar en estas medidas requiere un trabajo previo a dos niveles. El nacional «para capacitar y reconocer habilidades, funciones y competencias al farmacéutico. Y a nivel autonómico para implementar o hacer tangible ese cambio y darle ese resguardo legal».
Durante la jornada de SEFAC para la Comunitat Valenciana, en el Auditorio de la Diputación, se han abordado, además, durante toda la mañana temas monográficos de actualidad. Uno de ellos es el manejo de la diabetes, una patología de alta prevalencia para la que están saliendo al mercado diversos medicamentos novedosos.
Ponentes de distintos municipios de la región valenciana exponen a sus colegas las principales actualizaciones para profundizar en su desempeño profesional. Vacunaciones y tratamientos para hipertensión, rinitis, enfermedad venosa crónica y hemorroidal, déficit de vitamina B, acidez, reflujo u obesidad son algunos de los temas que acoge este encuentro.


