Raquel Lorente, la mujer de 53 años que este miércoles fue asesinada el Alzira a manos de su exmarido, un policía jubilado de 70 años que la mantuvo retenida en su domicilio, es la segunda víctima en el mismo día, por violencia machista.
Horas antes de que se produjera el trágico desenlace del suceso que contuvo en vilo al barrio de Torretxo, en Béjar, Salamanca, otra mujer moría a manos de su pareja. Así mientras se condenaba unánimemente este asesinato, en un chalet de Alzira, las fuerzas especiales de la Policía trataban de negociar con un agresor que se había atrincherado con una escopeta y que retenia a su ex-pareja.
Horas de angustia tras una situación de la que los vecinos habían alertado al oir disparos y de la que poco a poco se conocía un entramado en la que detrás se encontraba la no aceptación de una ruptura sentimental y, como horas más tardes, declaraban ante los medios de comunicación amigas de la víctima, Raquel, “un carácter muy posesivo” del presunto asesino que, según indicios, le propinó los disparos a la víctima.
Pasadas las 18:30 de la tarde, fuentes de la Policía Nacional alertaban del hallazgo de los dos cadáveres, al poder entrar por fin en la vivienda y se apuntaba al asesinado de la mujer y el suicidio de su agresor.
En paralelo, y pese a que la investigación oficial está en curso, familiares y amigos han ido desgranando ante diferentes medios de comunicación el historial de una pareja donde, según estas fuentes, ya se habían producido capítulos anteriores de fuertes discusiones por la actitud del presunto verdugo de Raquel, sin embargo, no había ninguna denuncia y la pareja había convivido doce años.
Raquel es la tercera víctima por violencia machista en la Comunitat Valenciana en lo que va de año, y solo durante el mes de agosto se han producido siete asesinatos de este tipo. De hecho, el Ministerio de Igualdad ha convocado para el próximo lunes, 4 de septiembre, el comité de crisis para analizar estos siete crímenes por violencia machista registrados en agosto.
