Agentes de la Policía Nacional ha detenido a un varón presuntamente por agredir a su pareja sentimental con un cuchillo con el que le provocó un corte en el brazo afectándole el tendón, y por amenazar con el mismo arma a uno de los tres hijos, de cuatro años de edad que tenían en común.
Gracias a la colaboración vecinal, que ayudó a la investigación policial permitió, que el juzgado decretara una orden de protección a favor de la perjudicada y de los niños.
Los hechos ocurrieron a plena luz del día, cuando se recibió una llamada en la sala del 091 de la Policía Nacional, por parte de un vecino de la víctima, refiriendo que había observado como en el piso de enfrente un varón acababa de agredir a su pareja y luego le habría provocado cortes en el brazo con un cuchillo.
Declaraciones que provocaron la activación de inmediato del PROTOCOLO CERO DE ACTUACIÓN POLICIAL ANTE DELITOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO.
Los primeros policías actuantes, al llegar al lugar, comprobaron el hecho entrevistándose con los vecinos que corroboraron lo sucedido, identificando la vivienda, donde se pudo localizar al presunto agresor dentro del domicilio junto con tres niños; un bebé de tres meses, una niña de tres años y un niño de cuatro años de edad, quienes se encontraban llorando y muy asustados, sin hallar a ninguna mujer en su interior, a pesar de observar muchos objetos rotos y tirados por el suelo.
Los mismos niños, asistidos por los agentes, fueron los que dijeron a los policías intervinientes que su papá había cortado con un cuchillo de caza a su mamá en el brazo y que los objetos que había rotos eran consecuencia de la discusión que acababan de tener sus padres. Los menores, confesaron a la patrulla que además, su padre les instaba a que no dijeran nada en el colegio porque todo era por culpa de su madre.
Rápidamente, tras auxiliar a los menores, las dotaciones en servicio se dispusieron a localizar a la presunta víctima, de nacionalidad española y de 55 años de edad, que al parecer, se habría marchado del domicilio, a quien encontraron en una calle próxima con un vendaje rudimentario con el que se protegía del corte, por lo que fue atendida en ese mismo instante por los agentes y trasladada al Hospital General con el fin de que fuera asistida.
La propia víctima negaba a los agentes haber sido agredida por su marido a quien se le informó de todos los derechos y servicios sociales y asistenciales que disponía a su favor.
En cuanto al varón, fue inmediatamente detenido por los agentes y trasladado a dependencias policiales para continuar los trámites y la investigación, haciéndose cargo de los menores la abuela materna de éstos.
De la investigación posterior se hizo cargo el Grupo I de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría Provincial de Alicante, quienes debido a que la víctima sostuvo su negativa de haber sido agredida por su pareja, realizaron un informe vecinal tras contactar con los testigos que presenciaron el episodio de violencia de género, recibiendo una positiva respuesta por parte de todos ellos, quienes en sus declaraciones aportaron desgarradores testimonios relativos al suceso.
Según las declaraciones obtenidas, los testigos, incluso pudieron aportar en sus testimonios que el arrestado había amenazado con el cuchillo a uno de los menores mientras le gritaba, viendo cómo el menor tuvo que salir corriendo a esconderse detrás el sofá.
Tales fueron los valiosos testimonios recogidos en el informe vecinal, que a pesar de que la víctima sostuvo en su primera declaración, en dependencias policiales, que su pareja no le había agredido justificando incluso la discusión, fueron suficientes para que la autoridad judicial decretase una medida cautelar de orden de protección a favor de la mujer y de sus tres hijos.
El detenido, de nacionalidad pakistaní, de 32 años de edad y con unos antecedentes previos por otros hechos de violencia de género, fue puesto a disposición del Juzgado de Instrucción de Guardia de la misma localidad.
La colaboración ciudadana es fundamental para ayudar a las víctimas de VIOGEN
Son muchas las ocasiones en las que, debido a que las víctimas de violencia de género son presa del pánico a las posibles represalias de sus parejas si les denuncian o declaran en contra de su agresor, estos sucesos son más difíciles de visibilizar, por lo que la colaboración ciudadana de testigos, vecinos, familiares o amigos, es de vital importancia para que salgan a la luz hechos similares a estos, mediante la aportación de sus testimonios que ayuden tanto a la Policía como a los Jueces y tribunales a perseguir y condenar estos delitos.
