Parte de la pared de un edificio del casco histórico de Alicante se derrumbó este viernes, obligando a intervenir a las autoridades. En concreto, los hechos ocurrieron en un bloque de pisos ubicado en la confluencia de las calles Santos Médicos y Virgen de Belén.
Tras el aviso de los vecinos, agentes de policía precintaron una terraza del inmueble afectado y desalojaron a los residentes. Los bomberos sanearon el lugar y permitieron nuevamente el acceso a las viviendas.
Por su parte, Joaquín Gangoso, presidente de la asociación de vecinos Laderas del Benacantil, ha explicado a Diario de Alicante que los vecinos ya habían denunciado en varias ocasiones el mal estado de varias construcciones del casco antiguo de la ciudad.
“Cada seis meses nosotros hacemos una barrida de los solares que están con suciedad, de los edificios abandonados que dan mala imagen, de los que tienen grafitis o posibilidad de caída. Hay varios edificios antiguos o solares que al no rehabilitase tras tantos años… Esto podía pasar y no será porque no lo hemos denunciado”, declara.