El desconocimiento de la propia Consellera de Sanitat de un informe que fue filtrado a un medio de comunicación, las afirmaciones de falta de indicaciones respecto a qué hacer con los viales sobrantes de las vacunaciones que han terminado con el cese de la Directora del departamento de Salud de Valencia, junto con el malestar que han provocado en algunos alcaldes socialistas las informaciones de datos COVID recibidas a través de la secretaria autonòmica Isaura Navarro, dejan en evidencia que el “mando único” de la Conselleria de Sanidad presenta fisuras.
De hecho, las declaraciones de las últimas horas de Barceló en las que mostraba su malestar por casos como el del informe sobre el alcalde de de Rafelbunyol, que afirmaba haber requerido y del que no tenía constancia, confirman la aparente falta de comunicación o unificación de criterios.
Por otro lado, estas distintas maneras de gestionar las informaciones parece que empiezan a salpicar a la Conselleria incluso a través del malestar generado por miembros de su propio partido. Un ejemplo de esto es, entre otros, la denuncia de algunos alcaldes que no solo se quejan de las pocas informaciones sobre los casos de pandemia de sus municipios que les llegan, sino que en ocasiones, miembros de otros partidos como Compromís reciben datos “no oficiales” que además ni siquiera concuerdan con las informaciones publicadas. Así lo ha hecho constar hoy por ejemplo en redes sociales la alcaldesa socialista del municipio castellonense de Cabanes exponiendo informaciones sobre los datos del coronavirus a las que tuvieron acceso los miembros de otra formación política local vinculada a Compromís, a través de la secretaria autonómica Isaura Navarro.
De hecho, a nadie se les escapa que en los últimos meses, se han acentuado las tensiones dentro de la Conselleria, que cabe recordar, cuenta con dirigentes del PSPV como la propia Barceló y representantes de Compromís, en el área de Salud Pública, con Isaura Navarro al frente como secretaria autonómica.
