Analistas del Instituto de Estudios Económicos de la Provincia de Alicante (INECA) afirman que las consecuencias económicas del conflicto bélico en Ucrania llegarán «a medio plazo a cualquier empresa» de la provincia. Si bien, explican que a corto plazo los efectos no se sentirán tanto de manera directa, pero en el medio plazo la incertidumbre provendrá también por canales indirectos, por relaciones con otros agentes económicos directamente afectados. Se trataría de un efecto dominó. Si bien, matizan que en estos momentos es muy difícil hacer una valoración.
El director de Estudios de INECA, Francisco Llopis, explica que «Ucrania y Rusia no son dos países donde haya un volumen elevado de exportación de productos de alicante» pero los efectos se notarán. «Si Alicante no importa un producto concreto de Ucrania pero sí lo importa Albacete y nosotros compramos a Albacete, nos va a afectar. Las consecuencia económicas van a estar ahí».
Por su parte, el presidente de la entidad, Ignacio Amirola sostiene además que «los impactos económicos obviamente los tiene, tanto a nivel inmobiliarios como a nivel turístico». Y añade que «los perjuicios no son solo para Alicante sino para la Unión Europea. Nos encontramos con datos de inflación altísimos, y que ya veníamos con ausencia de materias primas y problemas logísticos; y esto se va a ver agravado».
INECA reitera la importancia de la parada del AVE en Atocha
Ignacio Amirola también ha reiterado la necesidad de que el AVE pare en Puerta de Atocha porque si la parada se suprime causará «un importante perjuicio». A su juicio las soluciones pasan porque «los trenes tengan doble parada en Atocha y Chamartín si no se puede mantener el status quo actual» o bien que los trenes vinculados a «tráfico de negocios paren en Atocha y los trenes intermedios vaya a Chamartín para conseguir una posición de equilibrio».
Y argumenta que «el retraso en determinadas infraestructuras hace que perdamos inversiones valiosas» y que añadir quince minutos al viaje y otros tantos para llega al destino en Madrid es «muy perjudicial» porque sitúa el viaje en torno a las tres horas. Ha destacado la importancia de la «unidad absoluta» entre administraciones, instituciones, asociaciones empresariales y agentes sociales.
