Las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla con Marruecos han abierto durante la medianoche de este martes en una primera fase restringida a ciudadanos de la Unión Europa.
Se pone fin a dos años y dos meses de cierre de los pasos fronterizos del Tarajal, en Ceuta, y de Beni Enzar, en Melilla, desde que en marzo de 2020 estallara la crisis sanitaria por la pandemia del coronavirus.
Al menos estos primeros días se quiere evitar la imagen de aglomeraciones porque el Ministerio del Interior ha dictado una orden de fronteras pactada con Marruecos que limita el acceso hasta el 31 de mayo solo a “los ciudadanos y residentes en la Unión Europea y a aquellas personas autorizadas a circular en el espacio Schengen”.
En el paso del Tarajal, decenas de personas no han podido esperar y pocos minutos después de la media noche ya recorrían los pocos metros que hay entre los dos países. Algunas era la primera vez que cruzaba en dos años.
El cierre ha complicado, y sobre todo encarecido, poder viajar entre las ciudades autónomas y Marruecos. Hasta ahora tenían que coger primero un ferri hasta la península y después un avión hasta el país magrebí.
Trabajadores transfronterizos
A partir del 31 de mayo se abrirá una segunda fase en la cual podrán acceder “los trabajadores transfronterizos legalmente reconocidos”. Los datos que manejan las autoridades ceutíes cifran en 141 los trabajadores de esta categoría que cuentan con la documentación en regla, dentro de un censo que superaba los 2.400 hasta que se cerró la frontera por el Covid, la inmensa mayoría empleadas del hogar.
Muchas de las personas que viven en las regiones marroquíes próximas a las fronteras de Ceuta y Melilla ven con incertidumbre esta reapertura. Especialmente los trabajadores transfronterizos, el cierre ha provocado que muchos de ellos hayan perdido sus contratos de trabajo que los permitía acceder con facilidad en las ciudades autónomas.
La reapertura se produce después de acordar España y Marruecos una hoja de ruta sellada desprendida del apoyo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en el plan marroquí sobre el Sáhara y con su viaje para reunirse con Mohamed VI. La frontera marítima ya se reabrió y se ultiman los preparativos para retomar la Operación del Estrecho (OPE).
Otra novedad de la reapertura es que España y Marruecos han manifestado su intención de eliminar el contrabando en estas dos fronteras.
Quedan pendientes cuestiones como retomar la aduana de Melilla y abrir una en Ceuta para regular el tráfico de mercancías y combatir el contrabando, además de posibles modificaciones legales para exigir visados como condición de acceso, poniendo fin a las excepciones con las provincias limítrofes.
