Tras las declaraciones del conseller de Educación, sobre el libre uso de las normas lingüísticas del valenciano y el cuestionamiento de la autoridad del Academia Valencia de la Llengua (AVL), la institución se ha pronunciado en un comunicado oficial.
Han sido casi 24 horas después de unas palabras polémicas y que han generado infinidad de reacciones políticas y sociales. Sin embargo, el tono del comunicado, recuerda simplemente los mecanismos y los artículos que confieren autoridad a la institución cuestionada y que ampara el Estatuto de Autonomía.
El escrito oficial difundido por la AVL, sí que evidencia sin embargo, algo que ya se le recordó a Rovira en el momento de sus palabras, y que en aquel instante eludió: “…Cuestionar la obligatoriedad de los pronunciamientos de nuestra institución es cuestionar la norma institucional básica de los valencianos: el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana”.
Por otro lado, el comunicado, además de apelar a cuestiones lingüísticas con las explicaciones pertinentes tanto legales como académicas, si que concluye demandando una visión coherente de los gobernantes a tenor de lo establecido. “Cualquier fragmentación o diversificación de la norma lingüística está fuera del sentido común, fuera de una visión de futuro y fuera del sentido institucional que esperamos de nuestros gobernantes“, finaliza.
Comunicado de la Acadèmia Valenciana de la Llengua
“Ante las últimas declaraciones en los medios de comunicación del Consejero de Educación, Universidades y Ocupación de la Generalitat Valenciana en que pone en cuestión la autoridad lingüística de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, y en ejercicio de las competencias atribuidas en la Ley 7/1998, de 16 de septiembre, de la Generalitat Valenciana, de Creación de la AVL, la Acadèmia Valenciana de la Llengua hace constar que:
1) El Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana establece que «la Acadèmia Valenciana de la Llengua es la institución normativa del idioma valenciano» (arte. 6.8). Cualquier intento de apartarse del que prescribe el Estatuto comportaría una irresponsabilidad y un gran perjuicio para la sociedad valenciana y para la normalización de la lengua propia.
2) El mismo Estatuto de Autonomía afirma que «la normativa lingüística de la Acadèmia Valenciana de la Llengua es de aplicación obligatoria a todas las administraciones públicas de la Comunidad Valenciana» (arte. 41). Cuestionar la obligatoriedad de los pronunciamientos de nuestra institución es cuestionar la norma institucional básica de los valencianos: el Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana.
3) La Ley de Creación de la AVL precisa todavía más el que dispone el Estatuto de Autonomía en cuanto a la obligatoriedad de los pronunciamientos de la institución: «Las decisiones de la AVL en el ejercicio de las funciones que corresponden, tendrán que ser observadas por todas las Instituciones de la Generalitat, por los Poderes Públicos, por el resto de Administraciones Públicas, el sistema educativo, y los medios de comunicación, las entidades, los organismos y empresas, de titularidad pública o que cuentan con financiación pública» (arte. 5).
4) El hecho de proyectar la idea que puede haber más de una normativa lingüística es completamente improcedente y alejada de los objetivos que tiene que perseguir un gobierno. Además, pone en peligro todo el sector cultural y educativo y, en general, todos los ámbitos de uso de la lengua, que, con la proyección de las nuevas tecnologías, necesita una lengua estándar consensuada; un consenso reconocido, gracias a la tarea de miles y miles de usuarios, por la mayoría de la sociedad valenciana y que cuenta con una larga tradición ortográfica (Normas de Castelló de 1932).
5) Entre las competencias de l‘AVL que establece la Ley de Creación de la institución, además de determinar la normativa oficial del valenciano en todos sus aspectos, también se incluye, entre otros, la de fijar las formas lingüísticamente correctas de la toponimia y la onomástica oficial de la Comunidad Valenciana; emitir y difundir informes o dictámenes y realizar los estudios sobre la normativa y la onomástica oficial valenciana, y, finalmente, velar por el uso normal del valenciano y defender su denominación y entidad.
6) El hecho de poner en entredicho la misma AVL y su normativa lingüística, así como pretender reavivar un conflicto que se ha demostrado socialmente estéril y artificial, incide negativamente en la vertebración lingüística, cultural y social de nuestro pueblo. El diálogo y el consenso presidieron la creación de la Academia, como lo testimonia el preámbulo de la Ley de Creación de la AVL que reproduce el dictamen del Consell Valencià de Cultura. También el diálogo y el consenso son los instrumentos que emplea la AVL en su actuación cotidiana como se ha demostrado a lo largo de los años.
7) El valenciano, nuestra lengua, la propia e histórica de los valencianos, necesita que se use en todos los ámbitos de manera homogénea y que se dignifique. Cualquier fragmentación o diversificación de la norma lingüística está fuera del sentido común, fuera de una visión de futuro y fuera del sentido institucional que esperamos de nuestros gobernantes
