Los agentes de la Policía Local de Vigo patrullaban con normalidad por las calles de la ciudad cuando, de repente, vieron una infracción grave: un patinete eléctrico acababa de saltarse un semáforo en rojo. Rápidamente, al tratar de identificarlo y denunciarlo, se dieron cuenta de que aquel no era un artilugio normal, ya que circulaba muy por encima de lo que es habitual.
De hecho, iba tan rápido que difícilmente pudieron darle alcance con el furgón policial. Solo pudieron ‘echarle el guante’ una vez que el conductor detuvo el vehículo. Ahí, los agentes comprobaron que el aparato, de la marca Mega y con una potencia total de 3200w, estaba trucado. Según la etiqueta identificativa, el vehículo tenía una velocidad máxima autorizada de 25 kilómetros por hora. Sin embargo, al acelerarlo sin tocar el pavimento, los agentes comprobaron que el velocímetro alcanzaba, al menos, los 99 kilómetros por hora. Y dicen lo de al menos porque el vehículo contaba con un velocímetro digital de solo dos dígitos, por lo que se deduce que podría alcanzar velocidades todavía superiores.
Un patinete totalmente equipado
El patinete incautado por la policía no solo llamaba la atención por su gran potencia. Además de poder circular por encima de los 99 kilómetros por hora contaba con otras singularidades que le hacían más cercano a una motocicleta que a un patinete al uso.
En primer lugar, contaba con asiento, algo que no todos estos aparatos tienen, para poder circular cómodamente sentado. También contaba con un transportín de animales en la parte posterior.
El conductor del patinete ha sido denunciado y el artilugio retirado de la vía pública.
